El proyecto de ley fue presentado como Proyecto de Ley de Nacionalidad y Fronteras en la Cámara de los Comunes en julio pasado por la ministra del Interior, Priti Patel, para que el Reino Unido pudiera “tomar el control total de sus fronteras” y evitar abusos.
Como es práctica habitual, el proyecto de ley propuesto se envió luego a la Cámara de los Lores para su aprobación.
Pero la Cámara Alta rechazó sus disposiciones clave y, en cambio, recomendó cambios que estaban más en línea con los estándares internacionales.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que el «rechazo rotundo» de los Lores a las disposiciones clave del proyecto de ley debería enviar una señal convincente al gobierno del Reino Unido de que, de hecho, requiere «enmiendas significativas».
Guía de la Convención de Refugiados
“Insto al Gobierno y a los diputados [members of Parliament] en la Cámara de los Comunes para actuar sobre esta señal y poner la legislación propuesta en conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos y el Convención de Refugiados de 1951”, dijo la Sra. Bachelet.
Agregó que si no se enmendaban las propuestas actuales, la ley resultante “penalizaría a las personas que ingresan al Reino Unido por medios irregulares como si fueran delincuentes”.
Cualquier desarrollo de este tipo contravendría el derecho y los estándares internacionales y separaría a los solicitantes de asilo que llegan al Reino Unido “en dos niveles, violando el derecho de cada persona a una evaluación individual de sus propias necesidades de protección”, insistió el Alto Comisionado.
Nacionalidad despojada
en un declaración el Alto Comisionado también advirtió que “el proyecto de ley, tal como se formuló originalmente, permitiría que los ciudadanos británicos sean privados de su ciudadanía del Reino Unido sin previo aviso y de manera arbitraria, con el riesgo de aumentar la apatridia”.
La Sra. Bachelet también destacó cómo la propuesta de “criminalizar ampliamente a quienes facilitan la migración irregular podría castigar y disuadir a las personas de rescatar a migrantes en peligro en el mar, lo que podría tener consecuencias nefastas, incluida una pérdida de vidas más trágica en el Canal”.
Los críticos de la reforma impulsada por el gobierno del Reino Unido han expresado su preocupación de que las propuestas faciliten el enjuiciamiento de los solicitantes de asilo antes de que tengan la oportunidad de solicitar asilo. Y han condenado un esquema para establecer centros de procesamiento en el extranjero para aquellos que buscan protección internacional en el Reino Unido.
“Los centros de procesamiento extraterritoriales propuestos expondrían a los solicitantes de asilo a riesgos reales de traslados forzosos, períodos prolongados de aislamiento y privación de libertad, violando sus derechos humanos y su dignidad”, insistió la Sra. Bachelet.
En 2021, las solicitudes de asilo al Reino Unido llegaron a 48.540, según la Biblioteca de la Cámara de los Comunes del Reino Unido.