Nuakchot, Mauritania-A Mohamed Ould Abdel Aziz, ex presidente de Mauritania, se le ha prohibido participar en las próximas elecciones presidenciales del 29 de junio debido a la falta de los patrocinios necesarios, según confirmó su portavoz, Mohamed Ould Djibril.
Esta decisión ha provocado una importante controversia y acusaciones de prácticas antidemocráticas por parte del gobierno actual.
Aziz, quien se desempeñó como líder de Mauritania, una nación clave que une el Magreb y el África subsahariana, hasta 2019, había expresado intenciones de disputar la presidencia a su ex aliado y actual presidente, Mohamed Ould Ghazouani.
La relación entre Aziz y Ghazouani se ha deteriorado notablemente, evolucionando hacia un conflicto abierto que ahora se ha cruzado con la política electoral.
La exclusión de Aziz de las elecciones se produce en medio de condiciones estrictas impuestas por el partido gobernante, que exigen que los candidatos presidenciales obtengan la aprobación de los concejales y alcaldes municipales.
Este sistema ha sido criticado por consolidar el poder en manos del partido islamista gobernante y de oposición Tewassoul, este último poseedor del apoyo municipal necesario para maniobrar dentro de estas limitaciones.
El requisito de patrocinio ha sido denunciado por los partidos de oposición como injusto, acusando a los partidos mayoritarios de manipular los procesos electorales para seleccionar a sus competidores y facilitar lo que describen como una «parodia electoral unilateral».
Este sentimiento tuvo eco en una declaración conjunta de una docena de candidatos de la oposición, incluido Aziz, que condenaron la hegemonía de los partidos mayoritarios.
Lo que complica aún más la posible candidatura de Aziz es su situación legal, ya que fue sentenciado en 2023 a cinco años de prisión por enriquecimiento ilícito. Además, las estipulaciones constitucionales habrían planteado otro obstáculo.
A pesar de cualquier esfuerzo por conseguir patrocinios, la elegibilidad de Aziz seguiría siendo cuestionable debido a una cláusula constitucional que limita a los presidentes a una única reelección, que Aziz ya ha cumplido.
Esta exclusión electoral pone de relieve problemas más profundos de fricción política y gobernanza en Mauritania, a medida que el país se acerca a unas elecciones cruciales que pueden exponer aún más las divisiones dentro de su panorama político.