El jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, viajó el lunes a la ciudad brasileña de Sao Paulo para encontrarse con el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien el día anterior se impuso con un escaso margen al actual mandatario del país sudamericano, Jair Bolsonaro.
«Me dio la gran alegría de contarme que la primera vista que va a hacer, va a ser a Argentina», dijo el mandatario Fernández, a quien se le vio fundirse en un abrazo con su homólogo brasileño.
Fernández agregó que el presidente electo viajará también antes de asumir el poder. «No quería estar ausente hoy que es un día de reivindicación, de reivindicación de Lula, una reivindicación del pueblo de Brasil», afirmó.
Hasta la tarde del lunes Bolsonaro aún no había reconocido su derrota, lo que hace temer que el presidente en funciones puede impugnar el resultado.
El peronismo gobernante en Argentina mostró inmediatamente el resultado de la elección por tener mayor afinidad política con el izquierdista Lula que con el derechista Bolsonaro, con quien Fernández ha mantenido una relación tensa.
Se prevé que la victoria de Lula, de 77 años, implicará un relanzamiento de la relación bilateral con un socio comercial clave para el país, luego de que el presidente electo asuma el poder el 1 de enero.
«Argentina y Brasil representan un altísimo nivel del producto bruto sudamericano», destacó Fernández el domingo por la noche, en declaraciones a radio10en las que definió a Lula como «un dirigente realmente singular e impactante, que la pasó muy mal», en referencia a los 19 meses que el entonces exmandatario paso en la carcel por condenas de corrupcion, que fueron anuladas por el Tribunal Supremo brasileño el año pasado.
[Este reporte contiene información de Reuters]
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