Un simple análisis de sangre para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, que afecta a casi 7 millones de estadounidenses, podría pronto reemplazar métodos de diagnóstico más invasivos y costosos como las punciones lumbares y las exploraciones cerebrales.
El descubrimiento haría que el diagnóstico del Alzheimer fuera más rápido, más accesible y más barato. Además, el análisis de sangre tiene el potencial de permitir que más personas comiencen a tomar medicamentos contra el Alzheimer en las primeras etapas de la enfermedad.
Soeren Mattke, profesor de economía y director del Observatorio de Salud Cerebral del Centro de Investigación Económica y Social de la Facultad de Letras, Artes y Ciencias USC Dornsife, que estudia cómo los avances tecnológicos afectan el acceso a la atención de la memoria, habló sobre el tema.
¿Cuáles son los métodos actuales para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer?
Para determinar si alguien padece la enfermedad de Alzheimer, es necesario demostrar que la patología existe en el cerebro, generalmente la presencia de acumulaciones de amiloide en el cerebro. Históricamente, esta determinación se ha realizado utilizando dos métodos.
Un método es la tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés). Es similar a una resonancia magnética, pero el agente de contraste es un trazador radiactivo que se une al amiloide en el cerebro. Si se realiza una tomografía, se puede ver si ese trazador está presente o no en el cerebro, y eso confirma la presencia de amiloide.
La segunda forma es un análisis del líquido cefalorraquídeo para el cual hay que hacer una punción lumbar, extraer líquido y luego analizar el líquido cefalorraquídeo en el laboratorio para determinar evidencia de proteínas amiloides.
¿Cuáles son las debilidades de estos enfoques?
Ninguno de los dos métodos es ideal. Los escáneres PET pueden resultar inaccesibles debido al coste del dispositivo. En este país sólo hay unos 2.500 escáneres PET, más o menos, y estos escáneres sólo se encuentran en las grandes ciudades y en los hospitales más grandes, porque se necesita un gran volumen de pacientes para pagar por un escáner PET.
El análisis del LCR es más escalable, pero los pacientes se muestran reacios a este método de análisis. En el análisis del LCR, se debe insertar una aguja en la columna vertebral del paciente. Muchos médicos han dejado de practicar el análisis del LCR debido a la vacilación de los pacientes.
¿Cómo cambiarán los análisis de sangre el proceso de diagnóstico?
Hace unos años, los investigadores comenzaron a desarrollar análisis de sangre que podrían reemplazar la necesidad de recolectar líquido cefalorraquídeo. Los análisis de sangre para detectar el Alzheimer existen desde hace mucho tiempo, pero la prueba APS2 desarrollada por investigadores de la Universidad de Lund es la más precisa hasta la fecha.
Existen en el mercado análisis de sangre además del APS2, pero no son tan precisos. Solo se pueden utilizar como las llamadas «pruebas de triaje». Un médico podría decir: «Bueno, si la prueba es negativa, podemos estar bastante seguros de que el paciente no es candidato a padecer Alzheimer». Estos análisis de sangre reducirían la cantidad de exploraciones PET y pruebas de LCR, pero no las eliminarían por completo.
¿Cómo afectará un análisis de sangre de alto rendimiento a las políticas sanitarias con respecto al Alzheimer?
Ese es el enfoque de mi investigación. Mi laboratorio crea proyecciones de cómo un nuevo producto de diagnóstico podría afectar el proceso de diagnóstico y, por extensión, el acceso a la atención. No respaldamos productos, pero nuestros estudios prueban el desempeño de posibles herramientas de diagnóstico. Uno de nuestros estudios de investigación pronosticó el efecto de una herramienta de diagnóstico con características similares a APS2.
El mensaje general es el siguiente: con un análisis de sangre de alta precisión, se pueden acortar drásticamente los tiempos de espera para el diagnóstico. Esto es muy importante porque cuanto más tiempo tenga que esperar un médico para obtener el diagnóstico definitivo de un paciente, más tiempo se pierde antes de que los pacientes puedan comenzar el tratamiento.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva. Cuanto más tiempo hay que esperar para el diagnóstico y el tratamiento, más capacidad cognitiva se pierde. Y esa pérdida es irreversible. Estoy intentando averiguar cómo conseguir que el sistema sanitario actúe lo más rápido posible.
El año pasado publicó un estudio en el que se determinó que más de 7 millones de estadounidenses padecen deterioro cognitivo leve, pero la mayoría no ha sido diagnosticada. ¿Cree que este análisis de sangre podría resolver ese problema?
Sí y no. El diagnóstico clínico de deterioro cognitivo leve es un primer paso necesario, pero no podemos diagnosticar formalmente la enfermedad de Alzheimer basándonos en la presentación clínica. Aún se requiere la confirmación de la patología.
Mi esperanza es que un camino más fácil para confirmar la patología con un análisis de sangre y la disponibilidad de un tratamiento específico para la enfermedad motiven a los médicos a prestar más atención al deterioro cognitivo en etapa temprana.
Citación:Preguntas y respuestas: Cómo un simple análisis de sangre podría afectar el diagnóstico del Alzheimer (31 de agosto de 2024) recuperado el 31 de agosto de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-08-qa-simple-blood-affect-alzheimer.html
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