Los líderes de la UE quieren aliviar la presión migratoria. Crédito de la foto: Comisión Europea
En un movimiento audaz para hacer frente a la presión sobre los países del sur de Europa como Italia y Grecia, los estados miembros de la UE que se nieguen a acoger a inmigrantes o solicitantes de asilo pueden verse afectados por fuertes sanciones de hasta 20.000 € por migrante.
Esta polémica propuesta sobre migrantes fue tema de discusión en una reunión crucial en Luxemburgo el jueves 8 de junio donde se reunieron los ministros del Interior de los 27 estados miembros.
Las propuestas también incluyen incentivos para que los países de primera línea reciban inmigrantes, incluidos España, Italia, Malta, Grecia y Chipre, al establecer límites en el ‘Reglamento de Dublín’.
Los planes, incluido un plan de reubicación para más de 100.000 refugiados al año, ya han provocado un intenso debate. Los países fronterizos de la UE, incluidos Polonia y Hungría, están lidiando con el desafío de cómo vender estas propuestas a sus residentes.
Las propuestas apuntan a lograr una distribución más justa de las responsabilidades hacia los inmigrantes y responder a las súplicas de Italia y Grecia de más unidad dentro de la UE y más apoyo. Polonia ya ha expresado su oposición a la reubicación obligatoria, describiéndola como una solución ineficaz.
Los diplomáticos han adoptado un enfoque cauteloso, trabajando lentamente hacia el consenso, pero la política final sigue lejos de ser clara.