Acaba de conocerse la noticia de un brutal ataque infligido por dos guardias de seguridad a dos hombres que se encontraban en un bar de Mallorca.
El hecho ocurrió el pasado 15 de junio, cuando un grupo de turistas alemanes entraron en un bar de Playa de Palma, Mallorca, tras un intercambio con el personal del bar, dos de los visitantes fueron atacados brutalmente por miembros del personal de seguridad búlgaros, según diario de mallorcasábado 8 de julio.
El grupo de turistas alemanes, integrantes de un equipo de fútbol de la Selva Negra, entró en el bar Bamboleo de la calle del Jamón. Uno de los hombres sufrió una fractura de tímpano como consecuencia de los golpes propinados por uno de los porteros, mientras que el otro fue derribado y pateado mientras se encontraba en el suelo.
Los dos turistas formaban parte de un grupo de 18 personas, todos miembros de un equipo de fútbol de la Selva Negra, en el sureste de Alemania, que habían llegado ese mismo día a Mallorca y se alojaban en el Hotel Cosmopolitan de Playa de Palma.
Según los informes, el grupo aterrizó en Mallorca y se registró en el hotel, luego se dirigió directamente al bar Bamboleo, un lugar popular para los turistas alemanes. Presuntamente, dos miembros del grupo violaron las normas y comenzaron a fumar dentro del bar.
Los dos hombres fueron advertidos por el personal del bar, pero ignoraron las solicitudes para que dejaran de fumar. Este fue el comienzo de una brutal serie de eventos que condujeron a las tácticas de mano dura del personal de seguridad. Los porteros actuaron de inmediato y expulsaron a los hombres del bar antes de que los atacaran en la calle.
Una vez afuera, los dos hombres de seguridad derribaron a uno de los turistas, lo patearon mientras estaba en el suelo y le dieron puñetazos en la cara al otro hombre. A continuación, ambos hombres fueron golpeados con porras extensibles. Uno de los visitantes sufrió una fractura de tímpano por los golpes.
Según relatos de testigos presenciales, los restantes 16 integrantes del grupo abandonaron el local en busca de ayuda y se refugiaron en el bar cercano. Los guardias de seguridad amenazaron a cualquiera que filmara el incidente antes de escoltarlos de regreso a su hotel. Los agentes de policía intervinieron más tarde y calmaron la situación volátil, y parece que no se presentaron cargos contra ninguna de las partes.