La pobreza en Perú creció en 1,5 puntos porcentuales el año pasado alcanzando al 29% de su población, cerca de los niveles vistos en la pandemia, mientras el país lucha por salir de una recesión en medio de una constante turbulencia política.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), la cifra de la pobreza en Perú, que aumentó por segundo año consecutivo, se acerca al máximo del 30,1 % que alcanzó en 2020, cuando el país se vio afectado por las duras restricciones económicas y de tránsito de las personas en busca de frenar la pandemia del coronavirus.
Los datos oficiales mostraron que casi 10 millones de peruanos son pobres y en sus hogares no se logra cubrir a diario una canasta de alimentos y otros gastos esenciales equivalentes a 120 dólares. El aumento de la pobreza marcó una tendencia alcista que no ocurría desde hace un cuarto de siglo. En 2021 la pobreza alcanzó al 25,9 % de la población y en 2022 llegó a 27,5 %.
La tradicional presentación anual de las cifras junto a un panel de expertos entró en controversia luego de que el INEI cancelara la presentación programada sin explicar razones “hasta la próxima semana”. Finalmente, en medio de las suspicacias y críticas el organismo retrocedió y difundió los números en su sitio de internet.
«La hemos sacado barata»
El aumento de la pobreza ocurre en medio de una crisis del gobierno de la presidenta Dina Boluarte quien no declara a la prensa hace más de un mes y está investigada por corrupción en medio de un escándalo por el uso de relojes de lujo y joyas no declaradas. El viernes, su hermano y su abogado. fueron detenidos por la justicia que los investigan también por corrupción.
El primer ministro Gustavo Adrianzén atribuyó la alza de la pobreza a los “violentos extremos que estuvieron paralizando nuestro país por meses” en referencia a las protestas en los Andes que dejaron 49 civiles muertos por armas de fuego en regiones que, según los datos difundidos por el INEI, se ubican entre las más pobres del país, como Puno con 41 % y Ayacucho con 40,5 %.
El primer ministro también indicó que contribuiron al aumento de la pobreza en 2023 una recesión no registrada hace un cuarto de siglo, así como los fenómenos climáticos El Niño y el ciclo tropical Yaku, que provocaron lluvias intensas en la costa norte del Pacífico. No hubo autocrítica.
Por su parte, el ministro de Economía, José Arista, afirmó que el nivel de pobreza pudo ser mayor en un 2023 que estuvo «complicado» con disturbios sociales en los primeros meses del año pasado, además de los efectos negativos del fenómeno climático de El Niño.
«La hemos sacado barata», dijo Arista a periodistas, al comentar las nuevas cifras de la pobreza.
El aumento de la pobreza se registra en mayor proporción en las zonas rurales del interior de Perú, donde llegó al 39,8 %, mientras que en las urbanas alcanzó el 26,4 %, según el INEI.
La nación andina, que estuvo entre las economías de mayor crecimiento en la región hace más de una década, registró su menor tasa de pobreza en el 2019, con un 20,2%. Un regreso a ese ratio tomaría al país 20 años con las recientes proyecciones oficiales de crecimiento económico para los próximos años, dijo el exministro de Economía, David Tuesta, por la red social X.
Pobreza extrema
En Perú, con una población de casi 35 millones de habitantes, son considerados pobres quienes tienen un gasto per cápita menor al valor de una canasta básica de alimentos y otros servicios.
El instituto precisó que el nivel de pobreza extrema -los que no acceden ni siquiera a una canasta básica de alimentos- se elevó un 0,7 % el año pasado, al 5,7 %, sumando 1,9 millones de personas que viven con menos de 251 soles por mes (68 dólares).
Hay casi dos millones de personas en pobreza extrema que, según los expertos, enfrentan hambre frecuente.
El informe del INEI precisó además que en cuatro de las 25 regiones del Perú, ubicadas sobre todo en la zona andina, más del 80% de su población no dispone de servicios básicos como agua, energía eléctrica, telefonía móvil e Internet.
Perú, uno de los tres mayores productores mundiales de cobre, entró en recesión en 2023, debido a una caída de la inversión privada, los efectos adversos del clima y violentas protestas sociales.
Para este año el país andino, que ha tenido seis presidentes desde el 2018 en medio de permanentes conflictos políticos, espera una recuperación económica para crecer al menos un 3 %.
[Con información de Reuters y AP]
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