Un nuevo y audaz plan podría ayudar a que hasta 10.000 australianos ingresen al mercado de la vivienda cada año, pero hay una gran trampa.
Anthony Albanese ha lanzado un discurso audaz para los votantes excluidos del mercado de la vivienda, adoptando una política radical en la que el gobierno co-compraría una parte de su propiedad.
Albanese dará a conocer el domingo el esquema de $329 millones, que es muy similar a una visión audaz presentada por el Instituto Grattan a principios de este año.
Labor argumenta que su esquema de «Ayuda para comprar» atraerá a más personas de ingresos bajos y medios al mercado con un depósito e hipoteca más pequeños.
“Después de nueve largos años en el gobierno, la asequibilidad de la vivienda solo ha empeorado bajo el gobierno Liberal-Nacional”, dijo Albanese.
“Help to Buy es parte del plan laborista para abordar la crisis de la vivienda”.
Según el plan, un gobierno laborista proporcionaría una «contribución de capital» de hasta el 40 por ciento del precio de una casa nueva y el 30 por ciento para las viviendas existentes.
El propietario no tendría que pagar el alquiler de la parte de la propiedad que le corresponde al gobierno.
Según la propuesta, el gobierno recuperaría su parte de la inversión cuando finalmente se venda la casa.
Los propietarios también podrían comprar más participaciones durante su período de propiedad.
Para calificar, el comprador necesitaría solo un depósito del dos por ciento y sería elegible para un préstamo por el resto del precio de compra.
Estaría abierto a individuos con hasta $90,000 por año y parejas con un ingreso de $120,000 por año.
También habría un tope en el valor de la propiedad que podría comprarse bajo el esquema: hasta $900,000 en Sydney, $850,000 en Melbourne, $650,000 en Brisbane y menos para otros estados y áreas regionales.
La policía está dirigida directamente a los jóvenes que se han visto privados de la propiedad de una vivienda debido al aumento vertiginoso de los precios de la vivienda en medio de las bajas tasas de interés.
De 1981 a 2016, las tasas de propiedad de viviendas entre las personas de 24 a 34 años cayeron del 60 % al 45 %, según cifras del censo.
El gobierno de Scott Morrison a principios de este año amplió su esquema First Home Guarantee, según el cual los posibles compradores de vivienda pueden comprar una propiedad con tan solo un depósito del 5 por ciento.