Del 3 de junio al 9 de octubre de 2022, la National Gallery de Londres presenta “Picasso Ingres: Cara a cara“, una exposición que muestra la obra de Pablo Picasso “mujer con un libro” (1932) junto a la obra que la inspiró, “señora moitessier(1856) de Jean-Auguste-Dominique Ingres.
Imagen: Jean-Auguste-Dominique Ingres“Madame Moitessier”, 1856 © The National Gallery, Londres / Pablo Picasso“Mujer con un libro”, 1932. Fundación Norton Simon © Succession Picasso/DACS 2021 / foto Fundación Norton Simon
Quizás la figura más importante de la vanguardia artística del siglo XX, Pablo Picasso no fue en modo alguno ajeno a la tradición artística europea de la que en muchos puntos (a través del cubismo y la incorporación del arte africano) pretendió romper. A lo largo de su carrera, Picasso se “inspiró” -por decirlo con elegancia- en muchos de los viejos maestros, dando lugar a obras tan conocidas como su “Meninasbasado en el famoso cuadro de Velázquezo «Las mujeres de Argel“, la reinterpretación de DelacroixLa serie de obras de, cuya versión final batió récords de subasta cuando salió a la venta en 2015.
atrás en 2004, el Musée Picasso de París dedicó una exposición a la influencia de Ingres en el pintor españolcon especial atención al interés del artista por “Le bain turc”, el cuadro de Ingres que Picasso admiró en el museo Ingres de Montauban. Y el año pasado, el El Palacio de Carlos V de Granada presentó “Odaliscas. De Ingres a Picasso“mostrando cómo la huella de Ingres es evidente en pinturas como “mujer desnuda con un gorro turco“, pintado por Picasso en 1955. Ahora, la National Gallery de Londres pone el foco en “mujer con un libro“, uno de los retratos que pintó Picasso en su “año mágico” de 1932, junto a “señora moitessier” (1856) el cuadro de Jean-Auguste-Dominique Ingres que inspiró la obra de Picasso.
“Picasso fue un apasionado estudioso de la pintura europea con una memoria voraz para las imágenes”, explicó cristobal riopelle, curador de pintura posterior a 1800 en la National Gallery. “Constantemente se enfrentó a los maestros que más admiraba, entre ellos Ingres. Seducido por la voluptuosa Marie-Thérèse Walter, para Picasso 1932 fue uno de los años más inventivos y productivos de su larga carrera. Quizá no sorprenda que el recuerdo de la opulenta, majestuosa y extraña ‘Madame Moitessier’ de Ingres, maravillada en una exposición once años antes, vuelva a imponerse con tanta fuerza en la imaginación de Picasso.“. La Galería Nacional explica que Ingres pasó 12 años completando el retrato de Madame Moitessier, tiempo durante el cual la pintura sufrió numerosos cambios y revisiones, incluida la inclusión y posterior borrado de la hija de la modelo. Señalando la influencia directa del retrato en la obra de Picasso, la galería señala que “su reflejo en el espejo fue un invento sorprendente para mostrar un lado diferente de ella, pero una inspección más cercana del espejo revela algunas rarezas. El reflejo no es del todo coherente con su posición real.. También carece del detalle y la luminosidad de la figura, su superficie opaca contrasta con la opulencia de Madame Moitessier y su entorno. Esta compleja y ambigua invención que sugiere puntos de vista simultáneos tendrá un impacto en el siglo XX, y no solo en Picasso.“