Perú dijo el jueves que 21 playas de la costa del Pacífico están contaminadas tras el derrame petrolero del sábado en una refinería administrada por Repsol, luego de oleajes originados tras la erupción de un volcán submarino cerca de Tonga.
El gobierno, que ha calificado al vertimiento de crudo como el «peor desastre ecológico…en los últimos tiempos» en la capital, obtuvo en un comunicado emitido por el Ministerio de Salud a no acudir a las playas señaladas por representar un «grave riesgo para la salud» y pidió a las autoridades zonales gobernador su uso hasta su remediación.
El derrame se había extendido el jueves por más de 4 kilómetros en el litoral del país que posee unos de los mares más ricos en biodiversidad del mundo.
Las autoridades indican que un buque de bandera italiana derramó el sábado 6.000 barriles sobre el Pacífico frente a la refinería La Pampilla, administrada por la española Repsol.
En los últimos días activistas ambientales han recogido aves marinas manchadas de petróleo o muertas.
La empresa niega cualquier responsabilidad y dijo que el derrame ocurrió luego que, tras consultar a la Marina de Guerra, esta institución no brindó ninguna alerta de tsunami y que por ello, el buque continuó descargando petróleo a su refinería y que después un oleaje también el desastre.
El país sudamericano ha pedido a Repsol resarcir el daño de inmediato que ha afectado a la fauna y flora marina peruana así como a cientos de pescadores y sus familias que se han quedado sin trabajo.
La erupción del sábado en Tonga utilizó oleajes en Perú, el mar se salió en una playa e inundó restaurantes, mientras que en otra playa dos mujeres fallecieron arrastradas por las olas.
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