“Estamos muy preocupados por el aumento de la violencia en Perú, que el lunes 9 de enero vivió uno de los días más mortíferos desde que estallaron los disturbios a principios de diciembre”, dijo la portavoz Marta Hurtado en una declaración.
Las protestas se desataron después de que el expresidente Pedro Castillo intentara disolver el Congreso y gobernar por decreto, lo que muchos consideraron inconstitucional.
Posteriormente, el Sr. Castillo fue arrestado y reemplazado por el Vicepresidente, lo que provocó que sus seguidores salieran a las calles.
Último choque mortal
Los enfrentamientos entre la policía y las fuerzas armadas han dejado unas 40 personas muertas y 518 heridas.
Citando informes oficiales, ACNUDH dijo que al menos 17 personas, entre ellas un menor de edad, fueron asesinadas el lunes en Juliaca, en la sureña región de Puno, mientras que un policía murió el martes luego de que su vehículo fuera incendiado.
“Exhortamos a las autoridades a realizar investigaciones prontas, imparciales y efectivas en las muertes y lesiones, haciendo que los responsables rindan cuentas y asegurando que las víctimas tengan acceso a la justicia y reparación”, dijo la Sra. Hurtado.
“Tomamos nota de que el Gobierno ha enviado una misión de alto nivel a Puno y ha convocado una plataforma de diálogo nacional. Es esencial que cualquier negociación sea significativa, con la participación de todas las partes interesadas”, agregó.
Recurso de moderación
Antes de una huelga nacional prevista para los próximos días, el ACNUDH ha pedido a los manifestantes que demuestren moderación en el ejercicio de su derecho de reunión pacífica.
“Reiteramos nuestro llamado a las fuerzas de seguridad para cumplir con las normas de derechos humanos y asegúrese de que la fuerza es solo se utiliza cuando es estrictamente necesarioy, en su caso, con total apego a los principios de legalidad, precaución y proporcionalidad”, dijo la señora Hurtado.