Una de las pinturas más famosas de los inicios de la carrera de Picasso inicialmente contenía un elemento más que no se había visto hasta ahora: un perrito faldero que lindamente unos bebedores estaban sentados en una mesa.
esa pintura, El Moulin de la Galette (1900), actualmente figura en una pequeña exposición sobre los primeros años de Picasso en París en el Museo Guggenheim, institución neoyorquina propietaria también de la pieza. El Guggenheim anunció el hallazgo de un canino en sus materiales de prensa para la exposición, que se inauguró el viernes pasado y estará abierta hasta mediados de agosto.
De acuerdo a CNN, conservadores del Guggenheim, en colaboración con expertos del cercano Museo Metropolitano de Arte y la Galería Nacional de Arte en Washington, DC, hicieron el descubrimiento usando fluorescencia de rayos X. El perro ahora se puede ver claramente, gracias a esos escaneos. Puede ser Cavalier King Charles spaniel que lleva una cinta roja alrededor del cuello.
Julie Barten, conservadora sénior de pinturas en el Guggenheim, dijo CNN«Me resultó interesante que pintara apresuradamente sobre este perro, lo que habría sido un aspecto bastante convincente de la composición».
¿Por qué Picasso se llevó al perro? Barten dijo que podría deberse a que la cinta resultó demasiado «atractiva», distrayendo la atención de los bailarines borrosos que se mueven por el fondo.
Algunos antecedentes para los picassófilos: El Moulin de la Galette representa un salón de baile popular en París, ciudad a la que Picasso se había mudado ese mismo año. Prestó mucha atención a las luces eléctricas, un elemento moderno en un paisaje parisino que cambia rápidamente, y a la mezcla de personas de diferentes clases en el espacio.
La pintura fue vendida por 250 francos por la marchante Berthe Weill el año en que se hizo, y ahora se considera que vale mucho más que eso. El Guggenheim enfrentó un reclamo de restitución en torno a la obra en 2007, y los herederos de su antiguo propietario afirmaron que la pintura se vendió bajo coacción; el museo posteriormente arreglado con los herederos dos años después.
El Moulin de la Galette es una de las diez obras del artista en «El joven Picasso en París», parte de una celebración mundial del artista este año que marca el 50 aniversario de su muerte.