De confirmarse estas normas, supondrían la última escalada de una disputa comercial latente entre Estados Unidos y China.
En mayo, Washington anunció fuertes aumentos arancelarios a importaciones chinas como vehículos eléctricos y semiconductores.
Los aumentos arancelarios afectan importaciones chinas por valor de 18.000 millones de dólares, apuntando a sectores estratégicos como vehículos eléctricos, baterías, minerales críticos y productos médicos, dijo la Casa Blanca.
Está previsto que la tasa arancelaria para los vehículos eléctricos se cuadriplicará hasta alcanzar el 100 por ciento este año, mientras que la tarifa para los semiconductores aumentará del 25 por ciento al 50 por ciento el próximo año.
Estos planes se ultimaron este mes, antes de las elecciones presidenciales de noviembre, donde tanto demócratas como republicanos buscan mostrar una postura dura frente a China a medida que se intensifica la competencia entre ambos países.
Los aumentos de aranceles sobre bienes por un valor de 18.000 millones de dólares se tomaron después de una revisión de los gravámenes impuestos durante el mandato del entonces presidente Donald Trump, que afectaron a unos 300.000 millones de dólares en bienes procedentes de China.
Además de los aumentos arancelarios, incluidos los de las células solares, la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos confirmó que un arancel del 50 por ciento sobre los semiconductores (un aumento pronunciado respecto del anterior) comenzaría en 2025.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha acusado a Pekín de “hacer trampa” en lugar de competir en materia comercial.