Las mayores manifestaciones en contra de la enmienda de la ley en la Asamblea se llevaron a cabo en Budapest el sábado. La Marcha de la Paz de la fiesta de perros de dos colas húngaros aparentemente estaba en contra de la diversidad y por la uniformidad, con los participantes vestidos de gris. Pero el verdadero mensaje era que las políticas del gobierno son exclusivas y dañinas.
Los participantes marcharon a lo largo de la ruta de la Marcha de la Paz detrás de un banner que lee el orgullo iliberal, que, cuando se ve en un mapa, se parecía peculiarmente a los genitales masculinos. Un participante le dijo a Euronews por qué había venido al evento:
«Siento que nuestros derechos se están quitando y creo que tenemos que defendernos para evitar que eso suceda. Debido a que tengo que crecer en este país, tengo un hermano pequeño, tiene que crecer y si quiero tener hijos, quiero criarlo aquí. Y me gustaría que tengan derechos en el futuro, y si deciden hacer lo que quieran con sus vidas, pueden hacerlo».
El lado del gobierno protestó contra el Partido Tisza en Buda
Mientras tanto, los partidarios del gobierno celebraron una protesta en el Parque Millenáris de Buda por un discurso del eurodiputado del partido Tisza Kinda Kollár, que el primer ministro Viktor Orbán en comparación con el discurso de Ferenc Gyurcsány en el Kremlin. Kollár habló en una reunión del Comité EP en Bruselas sobre la efectividad de retener fondos de la UE en Hungría, mientras que el deterioro del nivel de vida en Hungría fortalece a la oposición.
Los oradores de la manifestación, los publicistas del gobierno Zsolt Bayer y Bence Apáti, así como Gergely Gulyás, el ministro a cargo del Primer Ministro, calificó las palabras de Kollárr «inaceptables», y los participantes de la manifestación se hicieron eco de sentimientos similares. Uno de ellos le dijo a Euronews:
«Este país de diez millones de personas es increíble cuántas personas desinformadas y malvadas se llevan de espaldas. Y cuando los dos se encuentran, destruye a los países. Es por eso que estamos aquí ahora, sea cual sea la fiesta. Entré desde el campo».
En el escenario, Zsolt Bayer llamó al presidente del Partido Tisza, Péter Magyar, un agente pagado de Bruselas, y Gergely Gulyás lo llamó traidor.