El Comité, que está compuesto por 18 expertos independientes de todo el mundo, supervisa el cumplimiento de los países de el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Las tierras representan el ‘hogar’
La decisión sobre Paraguay (en español) marcó la primera vez que afirmó que para los indígenas, “hogar” debe entenderse en el contexto de su relación especial con sus territorios, incluyendo su ganado, cultivos y forma de vida.
“Para los pueblos indígenas, sus tierras representan su hogar, cultura y comunidad. Los daños ambientales graves tienen impactos severos en la vida familiar, la tradición, la identidad de los pueblos indígenas e incluso conducen a la desaparición de su comunidad. Daña dramáticamente la existencia de la cultura del grupo como un todo”, dicho Miembro del comité Hélène Tigroudja.
La decisión se deriva de una denuncia presentada hace más de una década en nombre de unos 201 ava guaraníes de la comunidad indígena Campo Agua’e, ubicada en el distrito de Curuguaty, en el este de Paraguay.
El área donde viven está rodeada de grandes fincas comerciales que producen soja genéticamente modificada mediante fumigación, proceso que implica el uso de pesticidas prohibidos.
La vida tradicional afectada
Las fumigaciones se produjeron de forma continua durante más de 10 años y afectaron todo el modo de vida de la comunidad indígena, incluida la matanza de ganado, la contaminación de los cursos de agua y daños a la salud de las personas.
El daño también tuvo graves repercusiones intangibles, según el comité de la ONU. La desaparición de los recursos naturales necesarios para la caza, la pesca y la alimentación resultó en la pérdida del conocimiento tradicional. Por ejemplo, los bautismos ceremoniales ya no se realizan porque ya no existen los materiales necesarios.
“Al detener tales ceremonias, a los niños se les niega un rito crucial para fortalecer su identidad cultural”, dijo el Comité. “Lo más alarmante es que la estructura de la comunidad indígena se está erosionando y desintegrando a medida que las familias se ven obligadas a abandonar sus tierras”.
Exposición tóxica
La comunidad indígena llevó el caso al Comité de Derechos Humanos luego de un largo e insatisfactorio proceso administrativo y judicial en los tribunales de Paraguay.
“Más de 12 años después de que las víctimas presentaran su denuncia penal por la fumigación con agroquímicos tóxicos, a la que han seguido expuestas durante todo este período, las investigaciones no han avanzado de manera significativa y el Estado parte no ha justificado la demora, ”, dijo el Comité en su decisión.
Recomendaciones, reparaciones
Los miembros encontraron que Paraguay no supervisó adecuadamente la fumigación y no evitó la contaminación, y agregaron que “este incumplimiento de su deber de brindar protección hizo posible que la fumigación ilegal a gran escala continuara durante muchos años, destruyendo todos los componentes de la familia de los pueblos indígenas. vida y hogar.”
El Comité recomendó que Paraguay complete los procesos penales y administrativos contra todos los responsables y repare íntegramente a las víctimas.
También se insta a las autoridades a tomar todas las medidas necesarias, en estrecha consulta con la comunidad indígena, para reparar el daño ambiental y trabajar para evitar que ocurran violaciones similares en el futuro.