Los jóvenes integrantes de la coalición independiente “Vamos”, primera fuerza política con 20 curules en la nueva Asamblea Nacional de Panamá tras las elecciones en mayo, se perfilan como la oposición política de mayor peso para el gobierno del Presidente electo José Raúl Mulinoquien admitió durante su discurso de proclamación que es «el último viejo que queda en la lista».
Mulino, quien catalogó de “impresionante” el resultado electoral, admitió que está “clarito” para él que “hay que hacer las cosas bien”.
«El mensaje que nos deja el domingo 5 de mayo es que se inició la renovación política del país», dijo el presidente electo al comienzo de su discurso el 9 de mayo, en el que se mostró visiblemente conciliador.
«Yo creo que soy el último viejo que queda en la lista, porque de aquí en adelante será esa juventud la que le tocará motivarse para participar y ganar en democracia», afirmó.
Mulino «apaludió» a la bancada independiente en el legislativo, cuyos principales líderes tienen alrededor de 30 años de edad y sus perfiles se han hecho cada vez más notorios a partir de sus propuestas que apuntan a la transparencia política y al enfrentamiento de la corrupción en las esferas de poder.
«Yo creo que la pregunta que debe hacerse cada diputado, y también cada panameño es (…) qué fuerza política debería dirigir, al menos el primer año, porque esto es un año a la vez, al menos el primer año de los destinos legislativos», dijo recientemente a medios locales el líder de la coalición «Vamos», Juan Diego, de 28 años.
En ese sentido, el joven político identificó dos opciones: «Una (fuerza política) que está anclada al pasado ya los métodos del pasado, que el propio presidente electo cuestionó y lo celebro, o una bancada con una hoja de ruta clara, con posicionamientos». a favor del país, en línea con una mayor institucionalidad y que pueda entrar a la Asamblea (Nacional) esa bocanada de aire fresco que yo vengo luchando y esperando hace cinco años».
«Creo que el país lo está aclamando y por eso salió a votar como votó», remató Vásquez.
La Asamblea Nacional de Panamá cuenta con 71 escaños y entrará en funciones el próximo 1 de julio. Además de los 20 legisladores de «Vamos», el órgano contará con 3 diputados del Movimiento «Otro Camino», 14 de «Realizando Metas», 13 del Partido Revolucionario Democrático, 8 del Partido Panameñista, 8 de «Cambio Democrático», 2 de Alianza , 2 del Partido Popular y uno de Molirena.
Aunque la cifra alcanzada por «Vamos» es alta, Vásquez admitió que no controlan el Congreso. “Panamá habló, somos la bancada más grande en la Asamblea Nacional, pero aún así estamos lejos de ser la mayoría”, reconoció el joven político en la red social X.
De hecho, Vásquez, quien ha afirmado que desde la coalición se mantendrán vigilantes de que los actuales diputados hagan correctamente su trabajo, y de no hacerlo, recolectarán firmas para pedir su destitución, ya tuvo choques en redes sociales con el expresidente Ricardo Martinelli, quien no gobernará directamente pero será su partido el que tomará las riendas del país a partir del 1 de julio.
Martinelli, que fue condenado a 10 años de prisión por el delito de blanqueo de capitales y permanece asilado en la embajada de Nicaragua en Panamá, dijo en su cuenta en X que le «preocupa» el «variado y diverso grupo de diputados independientes que no son afines» al presidente electo.
Vásquez no tardó en responderle a Martinelli en la misma plataforma social. «Al expresidente no hay que dedicarle tiempo, porque precisamente su tiempo YA PASÓ. En la desesperación de mantenerse vigente (…) le toca mentir e inventar locuras».
A la vez, aprovechó para reforzar su mensaje contra la corrupción política.
Un mensaje de cambio
Además de Vásquez, otros líderes de la coalición «Vamos» como Gabriel Silva apostaron por la lucha contra la corrupción política. Silva dijo que los nuevos diputados han sido entrenados para que estén vigilantes y fiscalicen minuciosamente las políticas y las finanzas públicas del gobierno.
Silva ha recalcado también que las recientes elecciones pusieron de manifiesto que es posible ganar puestos importantes en el país con pocos recursos y sin comprometer principios o hacer alianzas corruptas.
“Es un mensaje para el país y para el mundo de que en Panamá la política está cambiando para bien. Tenemos una ciudadanía que quiere una buena política, que quiere que las cosas cambien”, afirmó.
No obstante, Silva ha dicho que prefiere no usar el término “oposición”, debido a que considera que mantener una postura radical no sería constructiva.
“El concepto de oposición política me parece anticuado, creo que no es lo que necesita este país. Lo que esperamos de la coalición ‘Vamos’ es lo que Juan Diego (Vázquez) y yo hicimos en la Asamblea, es tener criterio para diferenciar qué es lo bueno y qué es lo malo. Lo bueno, apoyarlo y lo malo, denunciarlo”, argumentó Silva.
Los legisladores independientes han reiterado que mantendrán entre sus prioridades la rendición de cuentas, la transparencia, la lucha contra la corrupción, un gobierno abierto, el fortalecimiento de las instituciones estatales y el combate a la pobreza y la desigualdad social.
El hastío que generó el cambio.
Consultado por la Voz de Americael sociólogo Danilo Toro reconoció que el hastío de los panameños por la actuación de los partidos políticos tradicionales generó el cambio que garantizó el triunfo de la coalición.
“’Vamos’ es un movimiento generacional que reconoció ese disgusto y rechazo de los jóvenes. De ahí, viene la enorme participación desde el punto de vista de sus intereses, entre ellos el medioambiente, la corrupción y la educación, temas que la política tradicional en Panamá trataba como secundarios”, explicó el sociólogo.
No obstante, Toro recomendó observar con detenimiento a esta nueva fuerza independiente en los próximos meses.
Olga De Obaldía, directora del capítulo de Panamá de la organización Transparencia Internacional, coincide en que el logro de «Vamos» es una muestra del agotamiento de la organización y sistema vertical y cerrado con el que han funcionado los partidos políticos en Panamá.
“Estos nuevos liderazgos, al no encontrar espacios que cumplan con su anhelo de apertura, transparencia y bien común, se fueron por la libre postulación y consiguieron capturar el ideal de la ciudadanía que también está cansada de este modelo clientelar de autoridades y funcionarios que pareciera. que llegan al poder para servirse así mismos y no para servir a la sociedad”, indicó el analista.
De Obadía identifica aquí un mensaje de esperanza y fe en las nuevas generaciones que vienen a ocupar estos espacios.
“Representar a sus votantes y hacer una oposición responsable es el rol que los nuevos diputados de libre postulación y de al menos el Movimiento Otro Camino, deben cumplir para hacer equilibrio y contrapeso. Es cierto que muchos de ellos llegan por primera vez, pero también es cierto que serán la bancada más grande”, explicó.
El diputado más votado del país.
Eduardo Gaitán, candidato a diputado que más votos recibió, es de la coalición «Vamos», tiene 28 años y se postuló por el circuito 8-2 en San Miguelito, en la provincia de Panamá. En 90 días que duró la campaña, realizó 70 obras y 100 donaciones con menos de 10.000 dólares.
“Gracias San Miguelito. Ahora empieza la verdadera limpieza que será en la Asamblea Nacional”, dijo Gaitán, quien durante su campaña organizó jornadas de limpieza en distintos lugares para demostrar que no se necesita estar en un puesto de elección popular para realizar obras de beneficio a la ciudadanía.
El joven recibió en total unos 65,948 votos y desplazó al diputado oficialista del Partido Revolucionario Democrático PRD.
“Sus esperanzas han sido depositadas, y de mi parte no pretendo fallar. Haré mi mayor esfuerzo”, prometió Gaitán al agradecer el respaldo de sus simpatizantes.
¿Se tambalean los «privilegios» de los diputados panameños?
Neftalí Zamora, que conquistó un curul de la Asamblea panameña a sus 24 años de edad, será el diputado más joven de la próxima legislatura que se inaugura el 1 de julio.
Como parte de la coalición «Vamos», Zamora representa a la nueva generación de líderes políticos de Panamá y su campaña se distinguió por la austeridad y el desafío a los partidos tradicionales.
“Entre mis prioridades está el recorte de los privilegios a los diputados, ese será el primer paso. No debemos esperar a que se haga ley, sino desde antes comenzar a renunciar a los mismos. Panamá en general requiere de sus diputados su sacrificio, tomando en cuenta la cantidad de gasto estatal y endeudamiento que tenemos, adicional a una fiscalización constante de todas las autoridades”, adelantó.
El Movimiento Sal de las Redes, que convocó a protestas en 2023 e incentivó durante la campaña electoral a los ciudadanos a votar por candidaturas independientes, ha anunciado que se mantendrá vigilante a las actuaciones del nuevo presidente de Panamá.
“Esto es histórico en Panamá, nunca habíamos tenido esa fuerza en la asamblea. Esto me llena de felicidad, porque son personas que nos representan y que harán leyes realmente para el beneficio de Panamá”, dijo Camila Aybar, una de las líderes del Movimiento Sal de las Redes, quien se reconoce opositora del gobierno de Mulino.
Aybar advirtió además que si Mulino reactivara el contrato minero con una firma canadiense que generó fuertes protestas el año pasado, se encontrará con una bancada independiente fuerte y antiminera que no lo va a permitir.
“Los jóvenes hemos hecho historia en estas elecciones, hemos destruido a dinosaurios de las alcaldías, ya representantes. Desde los gobiernos locales, hemos sacado a gente que no servía para nada”, sostuvo.
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