El gobierno de Panamá y líderes del sector de la educación acordaron establecer un precio fijo a la gasolina y levantar los cortes de carreteras, en un diálogo que busca poner fin a una huelga de educadores ya las protestas que han estremecido al país durante dos semanas.
El gobierno y los dirigentes de la Alianza Nacional por los Derechos del Pueblo Organizado —que además de educadores también aglutina a sectores agrícolas y pescadores artesanales— suscribieron la noche del domingo un acta de compromiso que establece, entre otros puntos, un precio temporal de 3 ,25 dólares para la gasolina de 95 octanos, la de 91 octanos y el diésel.
La reducción del precio del combustible era uno de los tres puntos que la Alianza negoció con el gobierno en un nuevo diálogo para poner fin a las protestas, las más grandes que ha visto el país en los últimos años.
“Aquí no hay derrotados ni venedores, ganó el país”, dijo el líder magisterial Luis Sánchez de la Alianza en huelga. Agregó se habían hecho avances significativos en la reducción del precio de alimentos de la canasta básica alimenticia y se conformó una mesa técnica para analizar una rebaja en el precio de los medicamentos, que son los otros dos puntos de las demandas de los educadores huelguistas.
Sánchez dijo que la huelga se mantendría hasta que en los próximos días, a más tardar el jueves, las autoridades de Educación suscribieran con las diferentes organizaciones de docentes un acuerdo para poner fin al paro. Señaló que su alianza se comprometió a levantar los cierres de carretera, que provocaron desabastecimiento en la capital y en el interior del país.
Sin embargo, en la capital los líderes de otro movimiento que también aglutina educadores y organizaciones sindicales y sociales, entre ellos el poderoso Sindicato de Trabajadores de la Construcción, dijeron que se mantendrán en paro y seguirán las protestas en las calles.
“Desconocemos cualquier acuerdo suscrito en Veraguas, la irresponsabilidad del gobierno en la maniobra para buscar quienes firmen acuerdo y no estuviésemos todos los actores que estamos luchando en la mesa, simplemente es inaceptable”, dijo Saúl Méndez líder de SUNTRACS.
El incremento del combustible y de los alimentos en los últimos meses aunado a cuestionamientos por el manejo del gasto público desencadenó las protestas en este país centroamericano de 4,5 millones de habitantes del país que arrastra por décadas profundas desigualdades sociales.
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