Las casas de motor se apilan en Son Güells. Crédito: Mario, Facebook.
El consejo de Palma aprobó el borrador final de una nueva regla, y finalmente han escuchado a la gente local y han sopesado el equilibrio de opinión.
El alcalde Jaime Martínez anunció una decisión, enfatizando el valor de la aportación de la comunidad en la configuración de la ley, que se votará sobre este mes y entrará en vigencia al publicar en el boletín oficial Balear.
Un principio clave elimina las multas por vivir en autocaravanas, lo que refleja la compasión de la comunidad para aquellos sin casas de ladrillo y mortero. La ordenanza ahora prohíbe el estacionamiento de las autocaravanas en un lugar durante más de diez días, estableciendo sillas o mesas, o causando ruido y olores, pero, y lo más importante, no se aplicarán multas a las personas que enfrentan la exclusión económica y social.
El consejo identificó 156 autocaravanas en Palma, incluidas 24 en Es Carnatge y Ciudad Jardín, ocupadas principalmente por turistas o habitantes voluntarios de autocaravanas que rechazaron los servicios sociales. En el estacionamiento de Son Hugo, 60 vehículos albergaban a 36 personas, incluidos cinco menores. Muchos eran adultos en edad laboral, y algunos alquilaban caravanas.
Martínez enfatizó la necesidad de distinguir entre elecciones de estilo de vida y la necesidad, garantizando el apoyo a los residentes vulnerables. Los servicios sociales y la policía local están ofreciendo ayuda a aquellos que tienen que vivir en autocaravanas sin otras opciones.