Siempre es irónico escuchar a Tim Harrington cantar peticiones de conexión humana después de una carrera dedicada a ejemplificar las cualidades que más probablemente ahuyentan a otros. El líder de Les Savy Fav, con voz de megáfono, critica el art-punk de la banda con un volumen descarado y un sarcasmo intimidante. En los legendarios y bulliciosos shows en vivo de la banda, sacrifica tanto la seguridad como la dignidad por el bien de un espectáculo inolvidable. Es un showman tan talentoso como los cantantes de punk, y uno de los últimos tipos que asumirías está tan preocupado por si está saliendo con alguien o no.
No obstante, a medida que Les Savy Fav se han convertido en una institución, Harrington ha expuesto cada vez más su lado más suave, escribiendo a menudo sobre la dificultad de mantener relaciones personales cercanas. Puede ser extraño escuchar al mismo hombre salvaje famoso por desnudarse hasta ponerse un Speedo en el escenario y escalar el objeto más alto a la vista, cantar con seriedad líneas como: «Es difícil dejar entrar el amor cuando tenemos tanto miedo de salir lastimados» en la canción del grupo. sexto álbum OUI, LSF (en una canción titulada «Alguien necesita un abrazo», además).
Lanzado después de una pausa de grabación de 14 años durante la cual el grupo realizó giras ocasionales, pero se centró principalmente en sus trabajos diarios, incluidos los conciertos del bajista Syd Butler y el guitarrista Seth Jabour como presentador de la improbable banda house durante Tarde en la noche con Seth Meyers, OUI, LSF continúa la racha sentimental que atravesó a su antecesor, Raíz de la ruina. En la tierna “Patrulla del Alba”, Harrington encuentra consuelo en el toque tranquilizador de la mano de su compañero. En su sombría contraparte, “Don’t Mind Me”, canturrea sobre el amor que con el tiempo se ha convertido en mera tolerancia. Es la balada más desnuda y abiertamente llorosa que jamás haya intentado.
Se podría argumentar que la creciente sinceridad de Harrington ha convertido a Les Savy Fav en una banda más completa. Ciertamente les ha dado una gama más amplia de estados de ánimo. Sin embargo, como con Raíz de la ruina, OUI, LSF No puedo deshacerme por completo de la sensación de que sus canciones de descenso están ocupando un espacio que podría haber sido ocupado por éxitos. Afortunadamente, esta banda todavía puede enfurecerse de manera convincente cuando es necesario: el álbum se abre con una olla a presión absoluta, “Guzzle Blood”, que canaliza su art-rock acalorado a través de la fábrica de ruido de cinco alarmas del Prodigy, todos balidos y bocinas a todo volumen. “Void Moon” y “¡Oye! Division” son a la vez arrancadores económicos, escaparates para riffs abrasadores y la volatilidad del líder de Harrington como ruleta rusa.
Por momentos, la madurez halaga. Una de las incursiones periódicas de Harrington en Foro del ático territorio, “Limo Scene”, recuerda el sexo escabroso de “El ecuestre”, pero esta vez en medio de todos los toques y feromonas, el detalle en el que se detiene es un simple gesto de consentimiento y afirmación, un susurro “estoy en esto.” Las puñaladas del álbum a la irreverencia juvenil son menos elegantes. Con sus apropiaciones cursis de viejas letras de LL Cool J y Usher, “Legendary Tippers” empuja a la banda al territorio de las bromas de papá. Es un guiño a una era anterior y más tonta de la banda, un pasado que no pueden dejar atrás por completo a pesar de que lo han superado.
Al igual que su colega Marnie Stern, quien regresó de una pausa de estudio igualmente larga el año pasado con un álbum que continuó exactamente donde lo dejó el anterior, Les Savy Fav no están de acuerdo con ninguna noción de reinvención. Cuando tienes un sonido así de singular, así de establecido, así de irreplicable, no hay que avergonzarse de dejarlo funcionar. Aún así, dado que el tiempo siempre ha intrigado a Les Savy Fav, su recopilación esencial de 2004 Pulgadas hicieron alarde de su evolución al recopilar siete años de sencillos en orden cronológico inverso; es un poco decepcionante que el último álbum no tenga más que mostrar tras el paso de gran parte del mismo. El doble del lapso que Pulgadas documentado ha transcurrido desde Raíz de la ruinatodavía OUI, LSF Se parece más a una continuación que a un nuevo capítulo.
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