Oraciones en la carreterael debut de Billy Strings en el estudio de un sello importante, es una fiesta de presentación del armario para el niño prodigio del bluegrass. No es que Strings necesite necesariamente una introducción. A lo largo de años de giras marcadas por un puñado de discos aclamados en el legendario sello estadounidense Rounder, el nativo de Michigan ha desarrollado un estilo dinámico que le ha valido un amplio atractivo y reconocimiento de la industria: Hogarsu segundo disco, ganó el Grammy al Mejor Álbum de Bluegrass en 2021, justo en el momento en que su flota de selección encontró una recepción entusiasta entre los fanáticos de las bandas de improvisación. Sin abandonar nunca sus raíces en el bluegrass tradicional, Strings incursionó en otros estilos musicales, demostrando su facilidad con el rock, el metal y el blues, sonando igualmente a gusto con leyendas del bluegrass. Béla Fleck y David Grisman como el esta con rapero Post Malone o mermelada de titanes phishing.
Strings no extendió invitaciones a invitados de alto perfil para aparecer en Oraciones en la carreteraaunque eligió contar con un colaborador destacado: el productor Jon Brion, cuyo extenso currículum incluye clásicos de Fiona Apple y Kanye West, junto con ornamentadas bandas sonoras cinematográficas de Paul Thomas Anderson. La experiencia de Brion radica en utilizar el estudio como lienzo, una habilidad que imparte de manera sutil a Strings, quien agrega matices pictóricos a su bluegrass. La paleta ampliada, junto con la incoherente duración del doble álbum del disco, refleja a un músico feliz de experimentar, pero la clave del éxito de Oraciones en la carretera es que nunca se aleja demasiado de casa.
Sin embargo, los desvíos pintorescos son cruciales para el carácter del álbum. Brion aporta su astuta magia de estudio a Oraciones en la carreteraloopings de bongs y encendedores encendidos para la pista rítmica de “MORBUD4ME” para una broma sobre fumetas que es lo suficientemente sutil como para pasar desapercibida para un oyente menos exigente. Se hace un truco similar en “Leadfoot”, donde la pareja prueba un Chevy antiguo, cuyo gruñido se sumerge en un himno de escapada. Sólo un puñado de temas fueron grabados en Los Ángeles con Brion a la cabeza, sin embargo, su guía y contribuciones instrumentales ocasionales le dan al disco dulzura y una sutil sensación de alcance cinematográfico. “Gild the Lily” se desliza como una dulce brisa de verano, mientras que la historia carcelaria de “Seven Weeks in County” tiene su difícil situación respaldada por hilos fantasmales que gimen de fondo.
El tiempo que Strings pasó en el estudio con Brion inspiró al guitarrista a dirigirse a su tierra natal para construir “Stratosphere Blues/I Believe In You”, una mini suite donde voces y teclados con eco se combinan en una lámpara de lava astral pulsante que luego da paso a una súplica dolorosa y directa de conexión. Esta dualidad captura la estética del álbum en miniatura: todas sus exploraciones externas llevaron a Strings a mirar hacia adentro, a aplicar lo que aprendió al bluegrass, la música que más ama.