La llegada de un poco más de medio millón de migrantes centroamericanos a Estados Unidos en lo que va de 2022 es un motor que empuja el crecimiento de las remesas que para este año que se estima alcancen un aumento de unos 5 millones de dólares en la región norte de Centroamérica.
La estimación surge de un estudio presentado por el experto en remesas y desarrollo de Diálogo Interamericano, Manuel Orozco, en Washington, quien cruza datos a partir de las informaciones oficiales de transferencias realizadas en el primer semestre de este año con el contexto genera de las migraciones en forma legal e ilegal en Estados Unidos desde el Triángulo Norte de Centroamérica.
“Es importante señalar que para los países centroamericanos en 2022 el crecimiento de entradas irregulares será mayor que el patrón de aprehensiones. A su vez, la entrada irregular de migrantes impulsará parte del crecimiento de las remesas. Las remesas habrán sospechado a más de 5 millones de transferencias de persona a persona en 2022”, expone el estudio.
Este experto explica a la Voz de América que sin duda este crecimiento puede esperarse como uno de los factores para el sostenido de las remesas hacia la región, aunque este año se esperaría que se ajusten las tasas de crecimiento al patrón observado previo a la pandemia.
Guatemala, Honduras y El Salvador mostró en 2021 un despunte que superó con creces los dos dígitos, luego de un año 2020 de estancamiento relativo.
Nicaragua verá un incremento de esas divisas a razón de su situación interna y la intensa salida de sus nacionales a países vecinos y Estados Unidos, vaticina el experto.
“El 2022 lo que refleja es un reajuste, pero básicamente en un contexto de continuidad de envío de dinero que está influenciado por dos factores y es que lo que está sosteniendo las transferencias de dinero es la migración, la cantidad de gente que sigue saliendo es la que está ocupando de enviar dinero y es la que explica en gran parte el crecimiento”, explica Orozco a VOA.
Montos estimados y paises
Según datos compilados para el estudio en cada país centroamericano la frecuencia de envíos de dinero por sus familiares que trabajan en Estados Unidos –especialmente- varían de uno a otro país, así como los montos en las transferencias, lo que estaría asociado al costo de vida en cada nacion centroamericana.
El inmigrante guatemalteco Gil Juárez residente en Washington se ajusta a esos patrones del promedio al hacer cada mes unas dos transferencias de efectivo para su familia en Guatemala con un promedio mensual de 500 dólares, comenta a VOA.
Esos fondos dicen, se utilizan para los gastos ordinarios de manutención, educación, atención médica y vivienda de su familia en Guatemala.
Por ahora este inmigrante mantiene dos turnos de trabajo en la capital estadounidense para compilar esos recursos y lograr mantener la ayuda, a la vez que resiente el aumento en el costo de vida en Estados Unidos que ha registrado una que ya supere la inflacion el 9%según datos oficiales.
Según Manuel Orozco, los migrantes guatemaltecos son el grupo centroamericano que más dinero envía de forma individual al rozar los 500 mensuales en transferencias, le siguen los salvadoreños con un promedio de 370 dólares al mes y los hondureños están enviando un promedio de 330.
Pero esos valores también han ido en incremento, lo que sugiere que los inmigrantes ajustan los desembolsos al aumento en el costo de vida en sus países de origen.
Los salvadoreños por ejemplo pasaron de enviar 320 en promedio en 2019 a los 370 de la actualidad, así también los hondureños que en 2019 transfirieron mensualmente a sus familiares unos 280 dólares y este año están desembolsando 330.
El acopio de esa información proviene de las bases sistematizadas sobre divisas y remesas que manejaron las bancas centrales de los países centroamericanos y de otras latitudes que año con año revelan el neto de remesas recibidas durante cada ciclo.
“Uno envía de acuerdo al costo de vida de su país más o menos, y eso muestra cómo un inmigrante guatemalteco envía más de lo que envía un salvadoreño. (…) Hay un aumento en los envíos aunque los salarios no están creciendo con la misma intensidad (en EEUU), pero el compromiso de enviar más crece” apunta Orozco.
Multilaterales ven “oxígeno” en remesas a la región
El Banco Mundial (BM) considera que las proyecciones de crecimiento de los flujos de remesas se mantendrán al alza este año a un estimado de 4,2% para países de ingresos medios y bajos.
El organismo multilateral calcula que al cierre de 2022 el acumulativo global en remesas supondrá unos 630.000 millones de dólares. “Esto ocurre luego de una recuperación casi récord de 8,6 % en 2021”, explicó el BM en su reseña sobre Migración y Desarrollo.
En Latinoamérica el año pasado mostró la robustez de esos ingresos al haber superado los 131.000 millones de dólares en transferencias de efectivo a las economías de los países de la región, en la que los países centroamericanos mostraron los picos más altos.
“Entre los países que registraron tasas de crecimiento de dos dígitos se encuentran Guatemala, 35 %; Ecuador, 31 %; Honduras, 29 %; México; 25 %; El Salvador, 26 %; República Dominicana, 26 %; Colombia, 24 %, Haití, 21 %; y Nicaragua (16 %). Los flujos registrados hacia México incluyen fondos que recibieron los migrantes en tránsito provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Venezuela, Cuba y otros países”, resume el multilateral.
El aumento de estas fuentes de divisas en 2022 apunta a que en los países centroamericanos esos desembolsos enviados por los trabajadores seguirán abonando con más del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) en algunos países centroamericanos como El Salvador y Honduras.
El economista Isaac Cohen, comenta a la Voz de América que las remesas han representado a la mayor fuente de asistencia y cooperación directa a los países en desarrollo como los centroamericanos y que son fondos “insuperables” en su capacidad de impacto en la mejora en calidad de vida para las familias.
“Las remesas son la mejor manera de administrar la ayuda directa a las personas (…) Está comprobado que las familias que reciben remesas son menos pobres y ninguna burocracia sería capaz de administrar un programa de ayuda de esa manera con la efectividad que ocurre en las remesas”, explica Cohen a VOA.
Con esto tanto el BM como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) coinciden en que esas transferencias representan una especie de “oxígeno para las economías de la región” que este 2022 han visto agudizarse la crisis económica por el impacto global que ha tenido la guerra en ucraniana.
“Por un lado, la crisis de Ucrania desvió la atención política mundial de otras regiones en desarrollo y de la migración económica. Por otro lado, reforzó los argumentos en apoyo a las comunidades de destino que experimentan una gran afluencia de inmigrantes”, opina Dilip Ratha, autor principal del informe sobre Migración y Remesas y jefe de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo del BM.
Y “mientras más avanza la recuperación de la economía mundial”, en especial en los territorios de acogida de los migrantes latinoamericanos se observa un mayor crecimiento y certeza de los flujos de remesas, como “una enorme oportunidad para la región”, considera el BID en un análisis realizado por los especialistas Jeremy Harris y René Maldonado del banco regional.
“Esto demuestra la capacidad de estos flujos para reducir la pobreza de las familias receptoras y en el apoyo ante el surgimiento de necesidades urgentes. En otros casos también muestran la capacidad que tienen los migrantes para generar ahorros y acumular capital que pueden convertirse en inversiones productivas, conducir a un mayor crecimiento económico para la región, y mejores niveles de vida para sus habitantes”, puntualizan.
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