Desde el inicio del conflicto en Sudán del Sur hace más de 10 años, las crecientes necesidades humanitarias, agravadas por la grave escasez de alimentos, la continua inseguridad y los impactos del cambio climático, han mantenido a los refugiados en el exilio y han provocado nuevos desplazamientos.
Cuatro años consecutivos de inundaciones también han destruido hogares y medios de vida, lo que ha provocado nuevos movimientos transfronterizos.
Dispersos por toda la región
Sudán del Sur sigue siendo la mayor crisis de refugiados de África, ACNUR dicho.
Si bien la guerra en el vecino Sudán ha obligado a casi 200.000 sursudaneses a reubicarse en zonas más seguras dentro del país, y a cientos de miles más a regresar prematuramente a su patria, más de dos millones en toda la región siguen necesitando protección internacional.
El Plan Regional de Respuesta a los Refugiados de Sudán del Sur satisfará las necesidades de 2,3 millones de ciudadanos que actualmente viven en la República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda.
Un número similar de personas de las comunidades locales de los cinco países se beneficiarán de los servicios y el apoyo.
“Si bien los socios han logrado avances significativos y esfuerzos encomiables en los últimos 10 años, el Plan Regional de Respuesta a los Refugiados de este año se basa en el progreso incremental logrado y demuestra que, si se les dan los recursos, la ayuda humanitaria se combina con inversiones en resiliencia, tanto para los refugiados como para los refugiados. las comunidades de acogida que los acogieron – facilitará soluciones a más largo plazo» dicho Mamadou Dian Balde, Director Regional de ACNUR para el Este y el Cuerno de África y la región de los Grandes Lagos.
Protección y respuesta
El plan regional para los refugiados complementa un llamamiento humanitario lanzado a principios de este año, destinado a llegar a 5,9 millones de personas en Sudán del Sur.
Los socios humanitarios aprovecharán los avances ya logrados con los gobiernos anfitriones y los organismos regionales para mejorar el entorno de protección de los refugiados y solicitantes de asilo mediante un mejor acceso al asilo y a la documentación civil.
El plan también tiene como objetivo apoyar la prestación eficiente de asistencia humanitaria y servicios de protección, incluso para prevenir y responder a la violencia de género y la explotación sexual.
La salud mental una prioridad
La inclusión de refugiados y solicitantes de asilo en los sistemas nacionales de salud, educación y otros sistemas, así como iniciativas para impulsar la autosuficiencia a través de oportunidades de empleo, están en el centro del plan.
También se dará prioridad a la salud mentalparticularmente entre los jóvenes refugiados de Sudán del Sur, ya que muchos están perdiendo la esperanza en el futuro debido a las limitadas oportunidades.
El plan de este año también incluye un nuevo elemento centrado en asociaciones y mayor financiamiento para permitir que tanto las personas desplazadas como las comunidades de acogida sean más resilientes al clima.