Noruega ha detenido sus planes de iniciar la minería en aguas profundas en el Océano Ártico, tras la creciente presión de ambientalistas, científicos y aliados políticos.
Esta noticia llega pocos días después de que WWF anunciara que llevaría al gobierno de Noruega a los tribunales por la minería en aguas profundas.
La suspensión se deriva de un acuerdo entre el Partido de Izquierda Socialista (SV) y el gobierno minoritario liderado por los laboristas, anunciado el domingo 1 de diciembre.
Los planes mineros de Noruega parados en aguas profundas hasta al menos 2025
El gobierno noruego había planeado ofrecer licencias de exploración para la minería en aguas profundas en el primer semestre de 2025, cubriendo 280.000 kilómetros cuadrados de lecho marino en los mares de Noruega y Groenlandia. Sin embargo, según el nuevo acuerdo, esto ya no se realizará en 2025. A cambio, el partido SV acordó apoyar el presupuesto del gobierno para 2025.
El Primer Ministro Jonas Gahr Støre describió la medida como un aplazamiento temporal y afirmó: “Continuarán los trabajos preparatorios, incluido el desarrollo de regulaciones y la evaluación de los impactos ambientales”.
Noruega, el mayor productor de petróleo y gas de Europa occidental, se ha posicionado como líder en tecnología de energía renovable, según un informe de el sol.mi.
Los partidarios de la minería en aguas profundas argumentan que minerales como el cobalto, el cobre, el zinc y las tierras raras que se encuentran en el fondo marino de Noruega son cruciales para producir baterías, turbinas eólicas y productos electrónicos. El gobierno anteriormente enfatizó la reducción de la dependencia de las importaciones de China para recursos críticos.
Rechazo ambiental y científico a la minería en aguas profundas en Noruega
La minería en aguas profundas sigue siendo muy controvertida debido a su posible impacto negativo en el medio ambiente. Los críticos advierten sobre riesgos importantes para los frágiles ecosistemas marinos, incluida la destrucción del hábitat, las fugas de sustancias químicas y la contaminación acústica.
La suspensión ha sido bien recibida por organizaciones medioambientales, incluida Greenpeace Noruega. Frode Pleym, director de Greenpeace en Noruega, calificó el anuncio como “una victoria crucial en la lucha contra la minería en aguas profundas” y agregó: “Debería ser el clavo en el ataúd de esta industria destructiva”.
La pausa en las licencias de Noruega refleja un creciente escrutinio global sobre la minería en aguas profundas. Instituciones como el Parlamento Europeo y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) también han expresado su oposición.