En un comunicado emitido por su vocero, António Guterres describió el ataque en la iglesia católica St. Francis en Owo, estado de Ondo, como “atroz”, ya que los fieles se reunieron el domingo para celebrar Pentecostés, una fecha importante en el calendario cristiano.
Según los informes, los atacantes se infiltraron en la congregación antes de disparar contra las personas que se habían reunido para la misa dentro de la iglesia.
Los ataques a los lugares de culto son “abominables”, continuó el Sr. Guterres, quien también instó a las autoridades nigerianas a no escatimar esfuerzos para llevar a los responsables ante la justicia.
Motivos poco claros
Hasta la fecha, ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque, que se considera inusual en el suroeste de Nigeria.
Es una región más pacífica que el norte del país, donde ha habido numerosos secuestros por rescate por parte de bandidos y ataques anteriores a iglesias por parte de separatistas.
Haciéndose eco de la condena del Sr. Guterres a los asesinatos, la Alianza de Civilizaciones de la ONU (UNAOC) llamó por el respeto mutuo de todas las religiones y credos, y por mayores esfuerzos comunitarios para fomentar la paz.
Oferta para mantener seguros a los fieles
La agencia de la ONU está detrás de un plan de acción mantener seguros los lugares de culto y permitir que las personas de todas las religiones practiquen sus religiones en paz.
A la luz del ataque, el alto representante de UNAOC, Miguel Moratinos, instó a todos los gobiernos a apoyar la implementación del plan.