Lagos, Nigeria – La tasa de inflación de Nigeria aumentó al 33,2% en marzo, lo que marca el nivel más alto observado en casi 30 años, informa la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS). Esto representa un aumento significativo del 1,5% con respecto al mes anterior, lo que subraya un desafío económico continuo.
El BNE ha identificado a los alimentos como el principal impulsor de este aumento de la inflación, atribuido al aumento de los costos de productos básicos como el pan, los cereales, los lácteos, los huevos, la carne y el aceite vegetal. Agravado por el aumento de los costos de la energía, los fabricantes se enfrentan a mayores gastos para alimentar las líneas de producción y transportar mercancías, lo que afecta a la economía en general.
A pesar de la reciente recuperación del naira frente al dólar estadounidense (fortaleciéndose significativamente después de una fuerte caída a 1.825 naira por dólar hace poco más de un mes), esto aún no se ha traducido en una reducción de los precios de bienes y servicios. El naira ahora se ha estabilizado un poco en 1.140 por dólar, pero los efectos de su depreciación anterior continúan repercutiendo en el mercado.
En respuesta a la escalada de la inflación, el Banco Central de Nigeria ha aumentado las tasas de endeudamiento dos veces en los últimos dos meses. El objetivo es frenar la inflación limitando el acceso al capital, aunque los impactos positivos de estos ajustes aún no se han materializado.
En medio de estas presiones económicas, el gobierno ha tomado medidas audaces para gestionar la crisis, incluida una decisión reciente de aumentar las tarifas eléctricas en más de un 300% para los usuarios de alto consumo, como empresas y hogares adinerados. Esta medida tiene como objetivo reducir la carga de los pagos de subsidios a la electricidad y reforzar los ahorros del gobierno. Sin embargo, el aumento de tarifas ha despertado el descontento entre los nigerianos fuera de estas categorías, quienes también reportan costos crecientes.
Mientras Nigeria, la economía más grande de África, se enfrenta a una intensa crisis económica que ha empujado a más ciudadanos a la pobreza, el gobierno asegura que sus políticas y medidas económicas actuales estabilizarán la economía con el tiempo. Sin embargo, dado que muchos nigerianos luchan contra un poder adquisitivo disminuido y ahorros cada vez menores, el camino hacia la estabilidad económica parece plagado de desafíos.