Rafael Nadal alcanzó su 14ª final del Abierto de Francia el viernes después de que Alexander Zverev se viera obligado a abandonar su semifinal tras sufrir una terrible lesión en el tobillo derecho.
Zverev tuvo que abandonar la cancha en silla de ruedas tras torcerse el tobillo perdiendo 7-6 (10/8), 6-6 tras más de tres horas de juego.
Después de gritar de angustia, los médicos ayudaron a Zverev a salir de la cancha.
Minutos después, el jugador de 25 años volvió a la cancha en muletas y concedió el partido.
«Es muy duro y muy triste para él. Estaba jugando un torneo increíble y es un muy buen colega en la gira», dijo Nadal.
“Sé lo mucho que está luchando por ganar un Grand Slam. De momento ha tenido muy mala suerte. Seguro que no ganará uno, sino muchos más. Le deseo lo mejor.
«Había sido un partido súper duro. Más de tres horas y ni siquiera terminamos el segundo set. Es uno de los mayores desafíos en la gira cuando está jugando como lo hizo hoy».
Y añadió: «Para mí estar en la final de Roland Garros es un sueño, sin duda, pero al mismo tiempo que termine así… He estado ahí en el cuartito con Sascha y para verlo llorar así, le deseo todo lo mejor».
Nadal, en busca de un récord de 22 títulos de Grand Slam, jugará contra Marin Cilic o Casper Ruud en la final del domingo.
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