Muerte inexplicable de finlandesa de 23 años bajo custodia policial en Fuengirola aún sin autopsia por protocolo Covid Crédito: Policia Nacional
La finlandesa de 23 años murió el Lunes Santo en las celdas de la comisaría de Fuengirola. Un oficial de policía trató de reanimarla después de encontrarla inconsciente acurrucada en el suelo junto a la puerta de su celda, pero cuando llegó el personal médico, la declararon muerta en el lugar.
El Juzgado de Instrucción 3º de Fuengirola investiga ahora la causa de la muerte, que se desconoce, porque aún no se ha practicado la autopsia debido a que la joven finlandesa dio positivo por Covid hace una semana. según informó ElDiarioSur.
La joven fue detenida la mañana del 11 de abril, luego de un altercado con la madre de su pareja. La Policía Local la llevó a un centro médico donde le recetaron medicación, y luego la llevaron a la Comisaría de Fuengirola y la metieron en una celda.
A la hora de la cena, un policía notó que la niña estaba inconsciente y alertó a dos compañeros. Entre los tres intentaron resucitar a la niña pero no pudieron hacerlo. No hay desfibriladores en la comisaría y la ambulancia habría tardado media hora en llegar, según las fuentes. El cuerpo de la niña fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga para la autopsia, pero antes de que se realizara el examen forense se realizó una PCR, de acuerdo con el protocolo establecido al inicio de la pandemia por la IML en Málaga para proteger al personal que trabaja en la autopsia del riesgo potencial de infección por Covid-19. Si el resultado de la prueba era negativo, el examen forense se realizaba con normalidad. Si el cadáver testeado daba positivo por coronavirus (la minoría de los casos), la solución era buscar otra forma de certificar la causa de la muerte, realizando una autopsia mínimamente invasiva y evitando, por ejemplo, seccionar los pulmones, ya que todavía retienen aire y pueden contener el virus.
La joven finlandesa dio positivo y suspendió la autopsia. Las pruebas iniciales también detectaron la presencia de varias sustancias estupefacientes en su cuerpo según las fuentes, pero aún no se sabe si esta fue la causa de la muerte.
Su cuerpo aún permanece en el IML de Málaga, una semana después de su muerte confirmada, informando fuentes del Ministerio de Justicia que se había programado una nueva prueba PCR para la tarde del lunes 18 de abril. El problema, según la Junta de Andalucía, es que las “autopsias mínimamente invasivas” deben realizarse en una sala especial que reúna unas condiciones sanitarias y de seguridad adecuadas y el IML de Málaga no dispone de una sala de este tipo. Actualmente estudian trasladar el cadáver al Hospital Reina Sofía de Córdoba para realizar la autopsia y avanzar en la investigación del caso.