Rosali Middleman, la cantautora conocida como Rosali, se cruzó por primera vez con el guitarrista de rock de Nebraska David Nance durante una gira. En el sonido de rock clásico con mucho cuerpo de su grupo, escuchó un espíritu afín y una nueva posibilidad para lo que se convirtió en su tercer álbum, 2021. Sin medio. Después de la tarifa acústica con mucha reverberación de su debut en 2016 Fuera de amor y el folk rock con bordes acerados de Problemas de todos modos dos años más tarde, Nance y su banda Mowed Sound ayudaron a refractar la luz parpadeante de su voz como un espejo antiguo con vetas doradas. Juntos, moldearon sus instintos americanos (suaves huellas de pedal de acero, banjo y arpa) en el sonido cálido y lujoso del rock'n'roll de los años sesenta.
Haciendo equipo una vez más con Nance y miembros de Mowed Sound en Morder, su nuevo disco y primer lanzamiento con Merge, Rosali apuesta definitivamente por las texturas más gastadas del rock'n'roll. Es ropa que usa bien, sonando a veces como la sobrina de voz somnolienta de Stevie Nicks en la forma en que evalúa los moretones persistentes de la vida con fría indiferencia. “Dijo que no era nada/Bueno, ¿qué fue entonces?” ella canta con un toque de mirada de reojo en “Is It Too Late”. La pista avanza con facilidad, reflejando la indiferencia exterior de Rosali, hasta que la banda acelera hasta un frenesí en el último estribillo y revela el dolor más profundo que provoca sus réplicas.
rosalí perfumado Sin medio con romance, pero en muerde, esas flores se han marchitado. Se presentan nuevas posibilidades sin un camino claro a seguir. “Estoy aquí pero yo también puedo irme/A mi cuerpo ya no le importa nada”, canta en la escurridiza “Hopeless”, con una guitarra eléctrica borrosa y densa detrás de ella mientras observa cómo se apagan las últimas brasas del amor. Rosalí ya se ha topado con estas preguntas antes, pero la confianza que tanto le costó ganar Morder está más dispuesto a renunciar a la necesidad de una respuesta. “No hay manera/De ninguna manera/Estar allí, OK/Estar despierto”, canta en “Change Is in the Form”. El brillante autoarpa de James Schroeder rompe la predilección del álbum por las improvisaciones de guitarra, adornando el coro con un resplandor psicodélico del sol.
Rosali encuentra la química más embriagadora con Mowed Sound en ritmos de medio tiempo como “Hopeless” o en grabaciones lentas como “Hills on Fire”, que genera una especie de relámpago de calor atmosférico. Puedes escuchar su amigable interacción en el ritmo vertiginoso de “On Tonight”, una charla afectuosa que establece delicados toques de guitarra acústica y eléctrica contra la gruesa y ondulante línea de bajo de JJ Idt. Pero cuando suben el volumen de las canciones, como el arranque de “My Kind”, que asiente con la cabeza de Crazy Horse, la voz de Rosali se pierde y su actitud de indiferencia va contra la corriente. “My Kind” espera a que ella imparta un mayor florecimiento emocional, como cuando alza la voz en confesión en “Hopeless”, pero en lugar de eso se contiene.