Según los informes, el ataque ocurrió el domingo cuando jóvenes armados de la comunidad Murle llevaron a cabo redadas de ganado en dos aldeas en Baidit, IMPERDIBLE dichocitando varias fuentes independientes, incluida la Comisión de Derechos Humanos independiente.
Unas 32 personas de la comunidad Dinka Bor fueron asesinadas, según información preliminar.
Los niños se ahogan mientras escapan
Entre las víctimas se encontraban tres mujeres que murieron por disparos y tres niños que, según los informes, se ahogaron en el río mientras huían. Al menos otras 26 personas resultaron heridas y al menos cinco casas fueron quemadas y otras propiedades saqueadas.
Según los informes, las personas también huyeron a áreas de arbustos cercanas, algunas de las cuales actualmente no se encuentran.
UNMISS emitió un comunicado diciendo que condena enérgicamente cualquier ataque contra civiles e insta a los grupos e individuos a tomar medidas inmediatas para evitar nuevas escaladas que pongan en peligro a las personas vulnerables.
Restaurar la calma, promover la paz
“La Misión también hace un llamado a las autoridades para que lleven a cabo investigaciones oportunas y que los perpetradores rindan cuentas”, decía.
La UNMISS subrayó su compromiso de apoyar al pueblo y las autoridades de Sudán del Sur, aunque señaló que la protección de los civiles es responsabilidad primordial del Gobierno.
“Se deben hacer todos los esfuerzos para restaurar la calma, abstenerse de cometer más violencia y promover la paz y la reconciliación”, dijo el comunicado.
“Cualquier aumento de la violencia subnacional tendrá un efecto devastador en las comunidades que ya han sido afectadas por las inundaciones, la COVID-19 pandemia y conflicto recurrente”.
Unicef condena la violencia
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también ha respondido al ataque.
Hamida Lasseko, Representante de UNICEF en Sudán del Sur, dicho se sorprendió y se entristeció profundamente al saber que había niños entre las víctimas.
“UNICEF deplora tales actos e insta a que los niños y los civiles estén protegidos de todas las formas de violencia”, dijo en un comunicado emitido el lunes.
La Sra. Lasseko agregó que los informes de saqueo e incendio de propiedades civiles, así como la interrupción de los servicios humanitarios, eran «alarmantes».
«Los niños están pagando el precio más alto de la continua violencia subnacional en Sudán del Sur», dijo.
UNICEF ha instado a todos los grupos e individuos a respetar que todos los niños y sus familias se mantengan fuera de peligro y puedan sobrevivir y prosperar».