El ministro de Relaciones Exteriores de Chipre anunció su renuncia el domingo en medio de especulaciones sobre su intención de postularse para presidente de la nación insular del este del Mediterráneo el próximo año que, según dijo, socava el trabajo de su ministerio y el del gobierno.
Nikos Christodoulides dijo a los periodistas que ofreció su renuncia al presidente Nicos Anastasiades “hace varios días” y que solo fue aceptada el viernes. El último día en el cargo de Christodoulides será el lunes, cuando tiene previsto mantener conversaciones con su homólogo kuwaití.
Christodoulides, de 48 años, dijo que “estaría interesado” en postularse para las elecciones de marzo de 2023, pero que era demasiado pronto para declarar formalmente su candidatura y criticó lo que calificó como una campaña prematura y contraproducente, especialmente en medio de todos los desafíos que plantea. la continua pandemia de COVID-19.
También denunció una medida de su partido de centro-derecha Agrupación Democrática (DISY) para acelerar los procedimientos para seleccionar un candidato cuando la jerarquía del partido había declarado en octubre que dejaría esa decisión para fines de la primavera.
La referencia señaló con el dedo indirecto de la culpa al líder del partido Averof Neophytou, quien alberga sus propias ambiciones presidenciales. La semana pasada, Neophytou llamó a Christodoulides para dejar en claro sus intenciones, desafiándolo efectivamente a una carrera uno contra uno por el liderazgo de DISY que, a su vez, ungiría al candidato presidencial del partido.
Christodoulides, quien se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores desde marzo de 2018 y fue portavoz del gobierno durante cinco años antes de eso, se ha clasificado constantemente como uno de los políticos más populares del país en numerosas encuestas de opinión pública.
Dijo que su candidatura apuntaría a forjar una amplia base de apoyo de todo el espectro político, incluido su propio partido, pero insistió en que ser líder del partido no era un requisito previo para postularse a la presidencia.
“Este tipo de enfoques sirven a quienes invierten en la polarización y el fanatismo y no se corresponden con las democracias y los valores modernos. Lo siento, pero no seguiré ese curso”, dijo Christodoulides.