La manifestación del lunes en la capital belga, que inicialmente se lanzó en solidaridad con los empleados de la planta de Audi en Bruselas, se convirtió en un llamado a tomar medidas para preservar el sector industrial europeo.
Más de 5.000 personas se congregaron este lunes en la capital belga para apoyar a los trabajadores de la fábrica de Audi en Bruselas y a sus subcontratistas, pero también para pedir una política industrial europea ambiciosa para defender los empleos en el continente.
En julio, Audi anunció la reestructuración de su planta de Bruselas, lo que provocó la ira de los empleados, que ahora se ha extendido más allá del fabricante alemán.
Volkswagen, la empresa matriz, también ha anunciado cierres en Alemania. Todo el sector se tambalea ante la competencia internacional.
Maurizio Reggia llegó desde Italia para representar a su sindicato FIOM: «Hacemos un llamamiento a la Unión Europea para que ponga en marcha políticas industriales que den respuestas a los trabajadores que miran hacia el futuro, porque creemos que esto por sí solo no será suficiente para afrontar los retos que tenemos por delante».
La industria automovilística se enfrenta a numerosos retos. Las ventas de turismos en Europa han caído un 4,6% respecto al año anterior y la llegada de los coches eléctricos chinos preocupa a los fabricantes en un mercado que se perfila como en alza.
Todos estos factores han llevado a los manifestantes a decir que la respuesta sólo puede ser europea.
«Necesitamos una estrategia más global. Por ejemplo, los costes de la energía son demasiado altos. Necesitamos un plan industrial para el futuro de nuestros puestos de trabajo», explicó Robin Tonniau, diputado belga del PTB de extrema izquierda y antiguo empleado de la planta de Audi en la capital.
«La electrificación en la industria del automóvil, por ejemplo, requiere mucha inversión, pero por ahora las grandes marcas no están haciendo las inversiones necesarias, están ahorrando en los trabajadores».
Entre los manifestantes, muchos cuestionan la reindustrialización de Europa a pesar de haber sido anunciada hace varios años.
«Estamos siendo literalmente devorados y no sé si estamos en condiciones de hacer algo al respecto», dijo Brigitte Peters, una empleada de Audi.
Esta manifestación se produce en un momento particular de la vida política europea: se están formando los nuevos equipos institucionales de la UE y el mundo sindical europeo intenta hacer oír su voz en este inicio de mandato.