El AC Milan y su rival de la ciudad, el Inter, rechazaron un plan para renovar su estadio San Siro, pero revivieron las propuestas para construir un nuevo estadio conjunto en la misma zona, dijo el viernes el alcalde Giuseppe Sala.
La medida es el último giro en una saga que involucra a los dos clubes de la Serie A y a las autoridades locales durante los últimos cinco años.
«Después de un análisis profundo, los clubes concluyeron que la [San Siro] «El estadio no se puede renovar de una manera asequible… no creen que sea factible», dijo Sala a los periodistas después de una reunión a puerta cerrada con representantes del club.
«Han planteado la idea de volver a un nuevo estadio en la zona de San Siro», dijo Sala.
El Inter y el Milán ven en un nuevo estadio moderno una forma de aumentar sus ingresos, que están por detrás de los de sus pares europeos.
La idea de reestructurar el centenario San Siro y mantenerlo como sede del Milán y del Inter fue apoyada a principios de este año por Sala después de que los equipos señalaran que querían construir nuevos estadios separados en las afueras de la ciudad.
Anteriormente, los clubes habían estado en conversaciones con la ciudad para construir un nuevo estadio conjunto para reemplazar al antiguo San Siro, pero el plan se estancó en medio de la resistencia política y las reglas patrimoniales que protegían al estadio, que tiene una capacidad de casi 80.000 personas.
El Milan y el campeón de la Serie A, el Inter, ahora están controlados por firmas de inversión con sede en Estados Unidos, respectivamente RedBird y Oaktree, después de que esta última adquiriera el Inter de manos de la firma china Suning en mayo.
Los clubes ahora proponen comprar a la ciudad de Milán las áreas que rodean el antiguo estadio y construir una instalación moderna que se convertiría en su nuevo estadio conjunto.
Los clubes pasarían a ser propietarios del antiguo San Siro, que sería reutilizado.
Antes de seguir adelante, han pedido una evaluación del valor económico de la instalación existente y las áreas circundantes, claridad sobre el alcance de la protección del patrimonio del lugar y establecer un cronograma para un posible acuerdo, dijo el alcalde.
«Es una larga historia y lo lamento, pero no es fácil construir un estadio en Italia», añadió Sala.