Los soldados, que fueron descritos por el Gobierno de Malí como «mercenarios», formaban parte de las operaciones de apoyo logístico para la misión de casi 12.000 efectivos, según Abiyán.
Las autoridades judiciales malienses confirmaron oficialmente que tras un incidente, ocurrido el 10 de julio, los soldados habían sido encarcelados bajo el cargo de “intento de atentado contra la seguridad del Estado”.
Los arrestos resaltan las fricciones existentes entre la junta, que tomó el poder mediante un golpe de estado en agosto de 2020, y la ONU, cuyas fuerzas de paz han estado brindando seguridad contra los militantes islamistas en el país desde 2013.
Rotación optimizada
La misión de la ONU y las autoridades malienses han acordado un procedimiento de rotación simplificado, según MENOSMA portavoz Myriam Dessables.
«Los las rotaciones comenzarán nuevamente este lunes”, confirmó la Sra. Dessables, quien sostuvo que “hemos puesto fin a” los contingentes que nos contactan directamente”.
Todas las solicitudes ahora deben ser transmitidas y validadas por la oficina de Relaciones Exteriores del país.
Mientras tanto, las relaciones entre Malí y los países que aportan tropas siguen siendo tensas.
Después de nueve años, las últimas fuerzas de paz francesas de la fuerza antiyihadista Barkhane partieron el lunes.
Preocupaciones de derechos humanos
En otra cobertura, luego de una visita de diez días, ONU experto independiente sobre la situación de los derechos humanos en Malí acogió con beneplácito los pasos para restaurar el orden constitucional y volver a un gobierno civil en el país.
A pesar de las medidas en curso, señaló, sin embargo, el rápido deterioro de la situación de los derechos humanos en el país, lo que ha suscitado graves preocupaciones por el resurgimiento de los extremistas.
Observó un repunte en la frecuencia de los ataques cometidos por grupos extremistas violentos en el norte del país, en el centro y alrededor de la capital, Bamako.
“El deterioro de la situación de seguridad en Mali tiene un impacto considerable en la protección de los derechos humanos y la situación humanitaria”, dijo el experto de la ONU.
“Hay un clima venenoso marcado por la sospecha y la desconfianza.con un continuo estrechamiento del espacio cívico, el endurecimiento de las autoridades de transición malienses y un malestar que no perdona a los socios internacionales”.
El Sr. Tine hizo un llamado a las autoridades de transición de Malí y a los socios internacionales para que readapten urgentemente las respuestas y estrategias de seguridad que han protegido de manera efectiva a la población civil y sus derechos humanos fundamentales.