Los propietarios de automóviles Jozini en el norte de KwaZulu-Natal se están preparando para un aumento de la delincuencia transfronteriza a medida que la temporada festiva está en pleno apogeo. Jozini ha visto en el pasado una alta tasa de robo de vehículos que cruzan la frontera.
Los residentes del área próxima a la frontera entre Sudáfrica y Mozambique dicen que ha habido un resurgimiento del robo de vehículos desde la última semana de noviembre.
La emoción de conducir su Toyota Hilux de 2 meses todavía estaba fresca cuando Bongumusa Qwabe fue asaltado por una banda de delincuentes. Qwabe dormía solo en su casa en Jozini cuando lo despertaron varios hombres que irrumpieron en la casa.
Recuerda que los ladrones armados comenzaron golpeándolo, exigiéndole que les entregara su arma. Cuando finalmente aceptaron que no tiene uno, le pidieron las llaves del auto.
Qwabe dice que los hombres lo ataron, lo metieron a la fuerza en la parte trasera del bakkie y lo condujeron hacia la frontera.
“Había tipos que me miraban mientras estaba allí. Luego, después de que me liberaron, solo traté de encontrar el camino al lugar más cercano donde pudiera obtener ayuda. Por suerte mientras caminaba por ese arbusto encontré una casa donde pedí un teléfono para poder contactar a mi familia”, dice Qwabe.
El encuentro cercano a la muerte de Qwabe es uno de muchos. Thulani Mpontshane regresaba de llenar un garaje cuando fue emboscado después de estacionar su bakkie en su patio. Recuerda que los cómplices de sus atacantes lo mantuvieron como rehén durante más de 8 horas en un bosque cerca de la frontera mientras sus atacantes se alejaban con su Toyota Hilux.
“Me dejaron con hombres grandes que portaban AK-47 y armas cortas. Abusaron mucho de mí. Exigían dinero diciendo que no puedo conducir un coche tan bonito y que no puedo permitirme darles 100 o 50 000 rands”, recuerda Mpontshane.
El propietario de este bakkie tuvo suerte de que el motor se apagara repentinamente cuando los ladrones se lo llevaban. Recuerda un modus operandi similar de ser forzado a subir al bakkie y ser conducido hacia la frontera.
“Los vehículos que pasaban los molestaban porque estaban ocupados tratando de reiniciar el automóvil. Cada vez que se acercaba un vehículo nos escondíamos en el monte por lo que decidieron dejarme con el auto”, explica otra víctima.
El foro de policía comunitaria cree que este es el funcionamiento de un sindicato criminal altamente conectado.
“Escribí al ministro Bheki Cele pidiéndole que visitara a Jozini con respecto a este crimen desenfrenado, pero fracasó. Mientras hablamos con usted, le escribí una carta el 14 de octubre preguntándole nuevamente. También estamos colaborando con las autoridades mozambiqueñas, nos dijeron que no les importa incautar los vehículos robados, pero que nuestros gobiernos primero deben reunirse y ponerse de acuerdo”, explica la vicepresidenta del Foro de Policía Comunitaria, Mfana Ngubane.
Los intentos de obtener un comentario de la policía no tuvieron éxito. -Reporte de Bongani Gema