DETROIT — Los consumidores que esperaban una oferta esta primavera en un automóvil o camión usado podrían no tener suerte, ya que los precios mayoristas de vehículos usados aumentaron por tercer mes consecutivo en febrero.
Cox automotriz en martes reportado Los precios mayoristas de vehículos usados aumentaron un 4,3% en febrero desde enero, lo que marca el mayor aumento entre los dos meses desde 2009.
Aunque los precios bajaron un 7% desde los niveles inflados del año anterior, están volviendo a niveles récord, según el índice de valor de vehículos usados de Manheim de Cox, que rastrea los precios de los vehículos usados vendidos en sus subastas mayoristas de EE. UU.
El aumento inusualmente fuerte es una mala noticia para los consumidores que esperan un acuerdo, así como para la administración Biden, que ha visto los precios de los vehículos usados como un barómetro para aliviar la inflación.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió el martes que es probable que las tasas de interés suban más de lo que esperaban los formuladores de políticas del banco central, citando datos de que la inflación ha revertido la desaceleración que mostró a fines de 2022.
Las tasas de interés más altas significan que los vehículos se vuelven menos asequibles para los consumidores, que han estado lidiando con precios récord de vehículos nuevos y usados durante varios años.
Cox informa que el precio promedio de cotización de un vehículo usado fue de $26,510 en enero, los datos más recientes disponibles, por debajo de los máximos históricos del año pasado de más de $28,000. Los precios al por menor para los consumidores siguen tradicionalmente los cambios en los precios al por mayor.
Cox estima que las ventas minoristas de vehículos usados disminuyeron un 5% de enero a febrero y un 9% menos que el año anterior.
Los precios de los vehículos usados se han elevado desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, ya que la crisis de salud global, combinada con los problemas de la cadena de suministro, provocó que la producción de vehículos nuevos se detuviera esporádicamente. Eso condujo a una baja oferta de vehículos nuevos y precios récord en medio de una demanda resistente. Los costos y la escasez de inventario llevaron a los consumidores a comprar vehículos usados, aumentando también esos precios.