un estudio publicado en Investigación en psiquiatría ha identificado diferencias sutiles en las formas faciales que pueden estar relacionadas con el diagnóstico de esquizofrenia y trastorno bipolar. Según los hallazgos, estos patrones faciales también estarían asociados con algunas medidas de la corteza cerebral.
El estudio, que aplica técnicas avanzadas de morfometría geométrica y neuroimagen, tiene el doble propósito de dilucidar el origen de estos trastornos psiquiátricos y avanzar en el campo de la medicina personalizada.
El estudio ha sido liderado por equipos de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, la Fundación de Investigación Hermanas Hospitalarias FIDMAG, el Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental (CIBERSAM) y la Universidad La Salle Ramon Llull. También han participado los hospitales Benito Menni CASM y Mare de Déu de la Mercè (Hermanas Hospitalarias).
Combinar diferentes marcadores para mejorar el diagnóstico
La esquizofrenia y el trastorno bipolar son trastornos psiquiátricos graves que afectan a unos 65 millones de personas en todo el mundo. La presencia de una combinación heterogénea de síntomas, junto con una gran diversidad en el curso y la respuesta al tratamiento, dificulta la comprensión de sus causas y un diagnóstico preciso.
Los factores ambientales y genéticos influyen en el proceso de desarrollo y maduración del cerebro. En algunos casos, cambios sutiles en este desarrollo pueden contribuir a un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos. En este contexto, el estudio se basa en el desarrollo embrionario compartido de la cara y el cerebro, e identifica la forma de la cara como un marcador indirecto de cambios cerebrales relacionados con estos diagnósticos, al tiempo que destaca que puede haber patrones específicos de cada sexo.
En el caso de la esquizofrenia, el estudio mostró diferencias faciales significativas entre los controles y los pacientes, así como diferencias específicas de género. Además, en el caso de las mujeres, el diagnóstico de esquizofrenia representó un mayor porcentaje de variación de la forma facial (5,9%) en comparación con los hombres (4,2%). Por el contrario, en el trastorno bipolar, sólo se encontraron diferencias faciales significativas en pacientes masculinos.
La primera autora del estudio, Noemí Hostalet (UB, FIDMAG, CIBERSAM) explica que «los rasgos faciales asociados a la esquizofrenia y al trastorno bipolar son muy sutiles e indetectables a simple vista». Las investigadoras Neus Martínez-Abadías (UB) y Mar Fatjó-Vilas (UB, FIDMAG, CIBERSAM) afirman que «por tanto, los rasgos faciales por sí solos no serían útiles para diagnosticar estos trastornos. Lo mismo ocurre con otras características morfológicas del cerebro y características genéticas». Ningún biomarcador por sí solo tiene suficiente potencial de diagnóstico».
El equipo señala que «la hipótesis es que, combinando el potencial de los biomarcadores faciales, cerebrales y genéticos, podríamos desarrollar una herramienta complementaria a la entrevista clínica que podría ayudar a los médicos a realizar diagnósticos de forma más rápida y precisa. Por lo tanto, este estudio podría representar un potencial herramienta complementaria a las actuales para realizar diagnósticos más tempranos y precisos, siempre que se garanticen rigurosamente los aspectos éticos y de privacidad necesarios.»
Para desplegar esta herramienta biomédica, necesitaremos más investigación y el desarrollo de métodos de protección de datos muy estrictos para asegurar su uso en el ámbito estrictamente médico, garantizando que cumple con todos los requisitos éticos y de privacidad. En este tipo de investigaciones es fundamental evitar el uso indebido de datos altamente sensibles, que podrían dar lugar a discriminación contra personas diagnosticadas con trastornos mentales.
Por ahora, el equipo está trabajando para ampliar y replicar los análisis en una muestra de población más grande. Además, también se están abordando nuevos enfoques para integrar diferentes marcadores faciales y cerebrales con datos genómicos. Combinando marcadores biológicos, biométricos y clínicos, el equipo pretende contribuir a una mejor comprensión del origen de los trastornos mentales y desarrollar herramientas que ayuden a diagnosticarlos.
Más información:
Noemí Hostalet et al, Face-brain correlaciona como posibles biomarcadores específicos del sexo para la esquizofrenia y el trastorno bipolar, Investigación en psiquiatría (2024). DOI: 10.1016/j.psychres.2024.116027
Citación: Los marcadores faciales y cerebrales ofrecen información sobre la esquizofrenia y el trastorno bipolar (2024, 19 de diciembre) obtenido el 19 de diciembre de 2024 de https://medicalxpress.com/news/2024-12-facial-brain-markers-insights-schizophrenia.html
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