Cuando se les preguntó sobre la última vez que se sintieron solos, las historias de los encuestados se dividieron en tres categorías amplias.
Algunos de ellos sintieron una discrepancia en las expectativas, donde una de las partes valoraba una amistad más que la otra. Hubo quienes dijeron que siempre se sintieron extraños a su grupo de amigos o familiares.
A otros les preocupaba imponerse a los demás y a sus ocupadas vidas.
“Todo el mundo tiene que vivir la vida de alguna manera. No puedes compartir tus problemas en todas partes. Tu problema es tuyo para resolverlo”, dijo Sarah Fam, de 33 años.
‘UNA PALABRA SUCIA’ Y UNA AMENAZA PARA LA SALUD
Dado el estigma social en torno a los problemas de salud mental en general, muchos jóvenes siguen siendo reacios a abrirse a los demás sobre sus luchas.
“Se necesita mucha vulnerabilidad para admitir que nos sentimos solos. Porque creo que es una palabra un poco sucia entre mis compañeros”, dijo Sheena Lim, de 24 años.
Los jóvenes que se sentían solos también indicaron sentimientos de vergüenza. Algunos se preguntaron si su lucha por sentirse aceptados y queridos por sus pares era resultado de sus propios fracasos sociales.
Estas son algunas de sus respuestas: