Físicos, químicos e inmunólogos de la Universidad McMaster se han unido para modificar los glóbulos rojos para transportar agentes virales que pueden activar de manera segura el sistema inmunitario para proteger el cuerpo contra el SARS-CoV-2, creando un nuevo vehículo prometedor para la administración de vacunas.
Desarrollar nuevas estrategias y tecnologías de vacunas es fundamental para controlar la pandemia y prepararse para futuros brotes a medida que el coronavirus continúa evolucionando y mutando, dicen los investigadores.
El nuevo método, descrito en la revista MÁS UNO, es un enfoque completamente único para la vacunación. Las membranas de los glóbulos rojos están incrustadas con proteínas de pico de SARS-CoV-2, que luego forman partículas similares a virus.
«Tomamos glóbulos rojos y eliminamos todo del interior. Luego adjuntamos proteínas de punta a su exterior para imitar un virus corona», explica la estudiante graduada Isabella Passos-Gastaldo, autora principal del artículo.
Las partículas, que se ha demostrado que activan el sistema inmunitario y producen anticuerpos en ratones, son completamente inofensivas.
«Los métodos actuales de administración de vacunas a menudo provocan reacciones drásticas del sistema inmunitario y tienen respuestas de corta duración», dice Maikel Rheinstadter, supervisor principal del artículo y profesor del Departamento de Física y Astronomía de McMaster.
«Algunas de las vacunas que se han desarrollado han mostrado efectos secundarios. Esta plataforma de entrega abre nuevas posibilidades para las vacunas y la terapéutica», dice.
Los investigadores descubrieron que las células pueden cargarse con una gran dosis de proteínas virales y, sin embargo, es probable que produzcan pocos efectos secundarios, lo que hace que el nuevo método sea más tolerable y eficaz que otras opciones de vacunas.
«Hemos desarrollado un método en el que podemos desencadenar una respuesta inmunitaria sin el uso de material genético y, sin embargo, podemos sintetizar estas partículas en muy poco tiempo», dice Sebastian Himbert, autor principal del estudio y recién graduado. estudiante en el Departamento de Física y Astronomía de McMaster.
La tecnología se puede adaptar rápidamente para desarrollar vacunas para variantes o nuevos virus que puedan surgir en el futuro.
«Este es el tipo de investigación creativa e interdisciplinaria por la que se conoce a McMaster. Fue emocionante trabajar con físicos, biólogos estructurales e inmunólogos para diseñar una plataforma de vacuna radicalmente diferente», dice Dawn Bowdish, profesora de medicina en McMaster y presidenta de investigación de Canadá en Aging & Immunity y coautor del artículo.
Los investigadores informaron por primera vez sobre esta técnica en 2020, cuando modificaron los glóbulos rojos para administrar medicamentos en todo el cuerpo, que luego podrían atacar infecciones o tratar enfermedades catastróficas como el cáncer o el Alzheimer.
«Esta plataforma hace que nuestras propias células sanguíneas sean inteligentes de muchas maneras diferentes», explica Rheinstadter. «En este caso es una vacuna. Estamos usando nuestras propias células como nano robots dentro de nuestros cuerpos y cada vez que ven una enfermedad, pueden combatirla».
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por Universidad McMaster. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.