Lograr la inmunidad colectiva clásica contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, puede no ser posible, según una nueva perspectiva publicada en El Diario de Enfermedades Infecciosas. Sin embargo, el uso generalizado de las intervenciones de salud pública actualmente disponibles para prevenir y controlar la COVID-19 permitirá la reanudación de la mayoría de las actividades de la vida diaria con una interrupción mínima, señalan los autores. Anthony S. Fauci, MD, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), parte de NIH; David M. Morens, MD, asesor científico principal del director del NIAID; y Gregory K. Folkers, jefe de personal del director del NIAID, fue el autor de la perspectiva.
El concepto general de inmunidad de rebaño implica que la transmisión de un agente infeccioso puede ser atenuada, excepto en brotes esporádicos, porque una cierta proporción de la población ya está protegida mediante vacunación o infección previa. Los autores explican cómo ha evolucionado con el tiempo la comprensión científica de la inmunidad colectiva y sus aplicaciones a diversas enfermedades. Los altos niveles de inmunidad colectiva han permitido a Estados Unidos controlar en gran medida la poliomielitis y el sarampión, dos enfermedades causadas por virus que no han experimentado una evolución significativa. Sin embargo, señalan los autores, los beneficios de alcanzar los umbrales de inmunidad colectiva han tenido menos éxito con los virus respiratorios como la gripe, que mutan continuamente.
El Dr. Fauci y sus colegas escriben que es poco probable lograr la inmunidad colectiva clásica contra el SARS-CoV-2, debido a una combinación de factores que incluyen características del virus y la dinámica social actual. Estos incluyen la capacidad del virus para mutar continuamente a nuevas variantes; transmisión asintomática del virus, que complica las estrategias de control de salud pública; la incapacidad de una infección o vacunación previa para proporcionar una protección duradera contra la reinfección; cobertura de vacunación subóptima; y la adherencia a las intervenciones no farmacológicas.
Sin embargo, señalan los autores, ahora es posible controlar la COVID-19 sin grandes trastornos para la sociedad gracias a la inmunidad de fondo generalizada a través de infecciones o vacunas previas, vacunas de refuerzo, medicamentos antivirales, terapias con anticuerpos monoclonales y pruebas de diagnóstico ampliamente disponibles. La investigación para desarrollar vacunas pan-coronavirus, que podrían proteger contra múltiples coronavirus o al menos múltiples variantes del SARS-CoV-2, sigue siendo crucial.
«Es mejor considerar vivir con COVID no como alcanzar un umbral numérico de inmunidad, sino como optimizar la protección de la población sin restricciones prohibitivas en nuestra vida diaria», concluyen los autores.
¿Omicron nos está acercando a la inmunidad colectiva contra el COVID?
David M Morens et al, El concepto de inmunidad colectiva clásica puede no aplicarse a COVID-19, El Diario de Enfermedades Infecciosas (2022). DOI: 10.1093/infdis/jiac109
Citación: Los expertos de los NIH analizan el control de la COVID-19 en un comentario sobre la inmunidad colectiva (31 de marzo de 2022) consultado el 1 de abril de 2022 en https://medicalxpress.com/news/2022-03-nih-experts-discuss-covid-commentary.html
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