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Los científicos compararon a los perros que vivían dentro de la planta de energía de Chernóbil con los que vivían más lejos.
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Los investigadores encontraron que los perros de Chernobyl eran «genéticamente distintos».
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Los datos podrían ayudar a revelar los efectos a largo plazo de la exposición a la radiación.
Casi 40 años después de la desastre nuclear en Chernóbilcientos de perros salvajes aún viven en el mundo abandonado que rodea las ruinas de la central eléctrica ucraniana.
La población canina es ahora el foco de un estudio científico para ver qué podría revelar la composición genética de los animales sobre vivir en un entorno radiactivo.
En un nuevo informe lanzado el viernes en la revista Science Advances, los científicos examinaron la estructura genética de 302 perros que representan tres «poblaciones de perros que vagan libremente» distintas, comparando a los que viven dentro de la planta de energía y otros que viven a una distancia de entre 9 y 28 millas.
El equipo de investigadores realizó un análisis genético que encontró que los perros que viven en la zona de exclusión de 18 millas son «genéticamente distintos» de los que viven más lejos del epicentro del desastre.
Si bien estos resultados no muestran que la radiación sea sin duda la causa de estas diferencias genéticas, los datos podrían ayudar a comprender mejor los efectos a largo plazo de la exposición a la radiación.
Será complejo diferenciar entre qué cambios genéticos son causados por la radiación y cuáles son causados por «otros factores influyentes».
Aun así, los investigadores tienen una «oportunidad de oro» para empezar a responder a la pregunta: «¿Cómo se sobrevive en un entorno hostil como este durante 15 generaciones?». dijo la coautora del estudio y genetista Elaine Ostrander, de acuerdo a La Prensa Asociada.
Las muestras de ADN del perro son muy valiosas, dijo Ostrander, porque a menudo comparten los mismos espacios y dietas que los humanos, según Naturaleza.
«Nunca hemos tenido la oportunidad de hacer este trabajo en un animal que nos refleje tan bien como los perros», dijo.
Cuando explotó la planta de energía en Ucrania en 1986, los residentes que evacuaron el área tuvieron que dejar atrás a sus mascotas. Si bien las autoridades en ese momento sacrificaron muchos animales para evitar que la contaminación se propagara, los trabajadores de limpieza cuidaron a algunos perros, de acuerdo a al Nuevo Científico.
La Iniciativa de Investigación de Perros de Chernobyl, que brinda atención veterinaria, estima que más de 800 perros salvajes viven en la zona.
Lea el artículo original en Business Insider