El ejército de Sudán realizó ataques aéreos en la capital, Jartum, el lunes, dijeron los residentes, tratando de ganar terreno contra sus rivales paramilitares horas antes de que entrara en vigor un alto el fuego de una semana destinado a permitir la entrega de ayuda.
El ejército también llevó a cabo ataques aéreos hasta la noche del domingo, dijeron testigos, contra vehículos de unidades móviles de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que han estado operando en áreas residenciales de la capital desde que estalló el conflicto entre las dos facciones militares. 15 de abril.
Ambas partes han dicho que respetarán un alto el fuego a partir de las 21:45 hora local (19:45 GMT). Aunque la lucha ha continuado a través de altos el fuego anteriores, esta es la primera tregua que se acuerda formalmente después de las negociaciones.
El acuerdo de alto el fuego incluye un mecanismo de monitoreo que involucra al ejército y las RSF, así como a representantes de Arabia Saudita y Estados Unidos, que negociaron el acuerdo después de las conversaciones en Jeddah.
El acuerdo ha generado esperanzas de una pausa en una guerra que ha expulsado a casi 1,1 millones de personas de sus hogares, incluidas más de 250 000 que han huido a países vecinos, amenazando con desestabilizar una región volátil.
El lunes, los residentes informaron de ataques aéreos en Jartum, Omdurman y Bahri, las tres ciudades que componen la gran capital, separadas por la confluencia del Nilo Azul y el Nilo Blanco. También dijeron que se podían escuchar enfrentamientos en el centro de Jartum.
“La situación es horrible. Los aviones nos bombardean por todos lados y por la fuerza de la vibración de las puertas de las casas, sentimos que moriremos hoy”, dijo Salma Abdallah, residente del barrio Al Riyadh en Jartum.
El ejército ha luchado para desalojar a las RSF de posiciones estratégicas en el centro de Jartum y de los barrios donde ha ocupado edificios civiles. Las RSF, que tienen sus raíces en las temidas milicias que lucharon con el gobierno en Darfur, son expertas en la lucha terrestre, mientras que el ejército ha dependido en gran medida de los ataques aéreos y la artillería pesada.