África lleva décadas luchando contra el extremismo violento y la crisis ha tenido graves repercusiones en muchas regiones del continente.
Los líderes africanos están preocupados y se han estado reuniendo en Nigeria para una cumbre que busca soluciones africanas.
Han pedido la renovación de las instituciones que luchan contra el extremismo violento en el continente y el establecimiento de una fuerza militar de reserva y un mayor control sobre los esfuerzos de mantenimiento de la paz.
Grupos vinculados al Estado Islámico y Al Qaeda continúan perpetrando ataques en África, incluidos el Sahel, Somalia y Mozambique, contra civiles y militares.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki, dijo en la cumbre que el año pasado, el número de ataques diarios por parte de grupos extremistas en África aumentó a ocho y 44 muertes.
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Eso es un aumento de cuatro ataques y 18 muertes diarias entre 2017 y 2021.
El presidente togolés, Faure Gnassingbe, dijo que el Sahel sufrió la mayoría de los ataques contra civiles y que los estados costeros como Togo enfrentaban amenazas crecientes.
«Digo esto con prudencia y pesar, pero creo que las instituciones que han estado vigentes durante varias décadas ya no son capaces de responder a la situación de seguridad que enfrentamos», dijo Gnassingbe.
Los países extranjeros de Occidente, incluidos Estados Unidos, Francia y Alemania, han intentado ayudar, pero su incapacidad para abordar la crisis ha provocado la ira de los locales que han exigido su salida.
Algunas de estas tropas ya han comenzado a retirarse de estos países africanos. Para muchos expertos, esto podría suponer una carga adicional para los países africanos en la lucha contra los extremistas.
El presidente nigeriano, Bola Tinubu, dijo que ha pedido el establecimiento de una fuerza de reserva regional cuyo mandato incluye combatir el terrorismo.
“Soy consciente de las complejidades financieras, legales y logísticas que enfrenta el establecimiento adecuado de dicha fuerza. Una fuerza así puede constituir un fuerte elemento disuasorio para operaciones terroristas prolongadas y a gran escala y para la captura, ocupación o alteración de tierras y recursos estratégicos”, dijo Tinubu.