Investigadores de la Universidad de Cornell han descubierto pistas microscópicas precisas sobre dónde se almacena el magma, lo que ofrece una forma de evaluar mejor el riesgo de erupciones volcánicas.
En los últimos años, los científicos han utilizado imágenes satelitales, datos de terremotos y GPS para buscar deformaciones en el suelo cerca de volcanes activos, pero esas técnicas pueden ser inexactas para ubicar la profundidad del almacenamiento de magma.
Al encontrar fluidos microscópicos ricos en dióxido de carbono encerrados en cristales volcánicos enfriados, los científicos pueden determinar con precisión, dentro de los cien metros, dónde se encuentra el magma.
«Una pregunta fundamental es dónde se almacena el magma en la corteza y el manto de la Tierra», dijo Esteban Gazel, profesor de ingeniería y autor principal del estudio, publicado en Avances de la ciencia. «Esa ubicación es importante porque puedes medir el riesgo de una erupción señalando la ubicación específica del magma, en lugar de otras señales como el sistema hidrotermal de un volcán».
Gazel señala que la velocidad y la precisión son esenciales. «Estamos demostrando el enorme potencial de esta técnica mejorada en términos de su rapidez y precisión sin precedentes», dijo. «Podemos producir datos a los pocos días de que las muestras lleguen de un sitio, lo que proporciona mejores resultados casi en tiempo real».
En los eventos volcánicos, el magma llega a la superficie de la Tierra y entra en erupción como lava y, dependiendo de la cantidad de gas que contenga, podría ser de naturaleza explosiva. Cuando se deposita como parte de las consecuencias de la erupción, se puede recolectar y evaluar material fragmentado de grano fino, llamado tefra.
Gazel y el estudiante de doctorado Kyle Dayton dedujeron cómo usar inclusiones de fluidos ricos en dióxido de carbono atrapados dentro de cristales de olivino para indicar con precisión la profundidad, ya que la densidad de dióxido de carbono de estas inclusiones está controlada por la presión.
Estos fluidos se pueden medir rápidamente utilizando un instrumento para determinar, en términos de kilómetros, qué tan profundo se almacenó el magma y la profundidad del depósito abrasador.
Gazel y Dayton se unieron a un pequeño equipo de élite de investigadores internacionales para estudiar el volcán Cumbre Vieja en La Palma en las Islas Canarias. Gazel y Dayton examinaron la tefra para encontrar cristales, que a su vez proporcionan datos para mejorar los modelos y pronósticos de erupciones.