Washington, DC, Estados Unidos — Estados Unidos ha anunciado planes para retirar a sus soldados de Níger, poniendo fin a su participación en la batalla de la región contra los insurgentes islamistas.
Esta medida sigue al giro de Níger hacia vínculos de seguridad más estrechos con Rusia después de que un golpe de estado el año pasado puso a los líderes militares en control.
La retirada incluye el cierre de una importante base de aviones no tripulados estadounidenses cerca de Agadez, en el desierto del Sahara, que ha sido fundamental para los esfuerzos de Estados Unidos y Francia para monitorear y combatir las actividades yihadistas en toda África Occidental. Construida a un costo de 100 millones de dólares hace sólo seis años, el cierre de la base representa un cambio significativo en la estrategia militar estadounidense en la región.
La decisión se tomó tras conversaciones en Washington entre el subsecretario de Estado estadounidense, Kurt Campbell, y el primer ministro de Níger, Ali Mahaman Lamine Zeine.
Se espera que una delegación estadounidense viaje a Niamey, la capital de Níger, dentro de unos días para planificar la retirada ordenada de más de 1.000 tropas estadounidenses actualmente estacionadas allí.
El creciente alineamiento de Níger con Rusia es evidente por la reciente llegada de instructores militares rusos y sistemas avanzados de defensa aérea, según informaron los medios estatales.
Este alejamiento de las alianzas occidentales es parte de un realineamiento regional más amplio, en el que Níger fomenta vínculos más fuertes con otras naciones lideradas por juntas militares, como Burkina Faso y Malí.
Juntos, estos países se han retirado de la Ecowas, el organismo regional de África occidental que se opuso a sus tomas de poder militares, y han salido de la fuerza del G5 Sahel respaldada por Francia, criticándola por ser ineficaz y perjudicial para la soberanía africana.
En su lugar, han formado la Alianza de Estados del Sahel, un nuevo pacto de defensa destinado a abordar los desafíos de seguridad sin la intervención occidental.
La retirada de Estados Unidos se considera un revés para la administración del presidente Joe Biden, que anteriormente se había resistido a alejarse de Níger.
Este acontecimiento señala un cambio potencialmente significativo en el panorama geopolítico de África occidental, a medida que las potencias locales recalibran sus políticas exteriores y de seguridad en medio de influencias globales cambiantes.