Las familias de las tres víctimas de la tragedia de la mina Lily en Barberton, Mpumalanga, dicen que ni el gobierno ni los sindicatos están dispuestos a ayudarlos.
Hoy se cumple el séptimo aniversario del incidente en el que Yvonne Mnisi, Pretty Nkambule y Solomon Nyirenda quedaron atrapados cuando parte de la mina colapsó y se hundió en la antigua mina subterránea.
Las familias afligidas y miembros del público aún buscan respuestas a lo que sucedió ese fatídico día.
Harry Mazibuko, portavoz de las familias en duelo, dice: “Todo lo que necesitan es que encuentren a sus seres queridos y nosotros, como empleados, todo lo que necesitamos es que se nos pague nuestro dinero pendiente, para que podamos ir a donde podamos. Así que esa es la situación”.
Mientras tanto, el presidente de la Asociación de Trabajadores Mineros y Sindicato de la Construcción (AMCU), Joseph Mathunjwa, ha refutado la acusación de Mazibuko, diciendo que han hecho su parte.
“AMCU ha hecho lo que se suponía que debía hacer. No hay nadie que no sepa lo que está pasando. No hay verdad que la gente no esté (consciente) o los ex trabajadores no estén al tanto de lo que está pasando. Este asunto está en los tribunales, y sabes cuál es el fallo actual. No se puede culpar a AMCU porque la gente es económica con la verdad porque incursiona en la política a costa del dolor de los trabajadores”.