En resumen
- Las conversaciones de paz en Sudán del Sur enfrentaron un obstáculo cuando los grupos de oposición exigieron la eliminación de un proyecto de ley recientemente aprobado que permite la detención sin orden de arresto.
- Kenia ha acogido reuniones de alto nivel desde mayo entre representantes del Gobierno y grupos rebeldes de oposición excluidos del acuerdo de 2018.
- La oposición sostiene que el proyecto de ley viola derechos y libertades fundamentales y que su promulgación haría que la firma de cualquier acuerdo careciera de sentido.
JUBA, SUDÁN DEL SUR- Las conversaciones de paz en Sudán del Sur, que casi habían llegado a su fin, enfrentaron un obstáculo con los grupos de oposición que exigían un proyecto de ley recientemente aprobado que permitiera detener a personas sin una orden de arresto tachada para poder firmar un acuerdo propuesto.
Kenia ha acogido reuniones de alto nivel desde mayo entre representantes del gobierno y grupos rebeldes de la oposición que no formaban parte de un acuerdo de 2018 que puso fin a una guerra civil de cinco años que dejó alrededor de 400.000 muertos y millones de desplazados. A pesar del acuerdo, la violencia estalló con frecuencia en el país de 9 millones de habitantes.
Pagan Amum Okiech, quien negocia en nombre de la Alianza del Movimiento de Oposición de Sudán del Sur, dijo a Associated Press el martes por la noche que “no tendría sentido firmar ningún acuerdo si el presidente convierte en ley la draconiana Ley de Seguridad Nacional”.
La semana pasada, el parlamento votó a favor del proyecto de ley de 2015 y el presidente Salva Kiir tendrá que aprobarlo en un plazo de 30 días para que se convierta en ley. Esto se produce antes de las primeras elecciones del país, que se celebrarán el 22 de diciembre.
“Esta ley viola los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos de Sudán del Sur y elimina el espacio cívico y político”, afirmó Amum. “No puede haber paz ni democracia bajo una ley así”.
En las conversaciones de paz participa el director ejecutivo de la Organización de Empoderamiento Comunitario para el Progreso, una organización sin fines de lucro que agrupa a estudiantes universitarios y recién graduados. Edmund Yakani criticó el proyecto de ley de seguridad y dijo que “creaba un espíritu negativo para las negociaciones”.
Human Rights Watch también ha pedido a Kiir que rechace el polémico proyecto de ley, afirmando que socavará aún más los derechos humanos y fortalecerá las agencias de seguridad nacional que tienen un historial de abusos de derechos de larga data.
Las conversaciones, denominadas Tumaini, que en suajili significa esperanza, dieron como resultado un proyecto de acuerdo que propone extender el período de transición del país y posponer las próximas elecciones para permitir terminar la constitución y las leyes electorales del país, así como establecer fronteras electorales y una fuerza de seguridad unificada como se propuso en las conversaciones de paz de 2018.
Algunos enviados occidentales también recomiendan retrasar las elecciones “para garantizar unas elecciones libres y justas”.
Kiir se ha mostrado firme en su deseo de celebrar elecciones en diciembre y convocó a los enviados.