Dénia, Costa Blanca, España. Imagen: andré van de sande/Shutterstock.com
Las primeras cifras de ocupación turística de julio en la Comunitat Valenciana Costa Blanca, correspondientes a la primera quincena, se acercan a los registros de 2019, es decir, a la situación previa a la pandemia de la Covid que golpeó duramente al sector.
Sin embargo, la subida de precios de los últimos meses deja en la incertidumbre si esta recuperación en el número de visitantes se traducirá en una mayor rentabilidad, confirmó 20 minutos el lunes 25 de julio.
Según el balance elaborado por la patronal Hosbec, durante la primera quincena de julio, que ya se considera temporada alta turística, se han cumplido los objetivos marcados en cuanto a ocupación hotelera.
Ligeros descensos de 0,5 a 1 punto en destinos como la Costa Blanca y la provincia de Valencia respecto a las cifras de hace tres años.
Benidorm tiene una diferencia negativa de 3,6 puntos.
Sin embargo, varios factores hacen temer que la rentabilidad de los negocios turísticos pueda verse afectada este año.
El inicio de la temporada estival se ha complicado en la Región por factores económicos, sanitarios y logísticos.
Las huelgas y conflictos en los aeropuertos británicos y europeos, el repunte de la séptima ola del Covid, la alta inflación y la complicada situación económica están influyendo en las reservas hoteleras, según la patronal hotelera.
El secretario de Turismo de España, Francesc Colomer, mostró su preocupación por el actual contexto de inflación y advirtió que este año “puede darse la paradoja de que haya mucho turismo pero no tan buena rentabilidad”.
“El planteamiento, cuando hablamos de cifras, no puede ser superficial” porque, a su juicio, “no se trata de contar cabezas ni de obsesionarse con volver a las cifras de 2019, aunque todo parece indicar que estamos muy cerca”.
Las cifras de ocupación, ha señalado, “son una sola cifra y estaríamos equivocados si esa fuera la gran cifra satisfactoria que nos satisficiera a todos”.
“Hay otras métricas mucho más cualitativas como la rentabilidad, la diversificación o la vertebración territorial para que los visitantes fluyan por todo el territorio y no solo en los nodos más turísticos”.
En cuanto a la rentabilidad, Colomer reconoció que “este año va a ser diferente” y se refirió a la inflación, que, por el aumento de los costes, podría provocar una reducción de la rentabilidad.