ISLAMABAD: La policía de Pakistán impuso una orden de emergencia que prohíbe las reuniones ya que se esperaba que los partidarios de Imran Khan marcharan a la capital el viernes (12 de mayo), donde el ex primer ministro comparecerá para una audiencia judicial.
Su arresto a principios de esta semana, que provocó disturbios mortales en la nación con armas nucleares, fue declarado «inválido e ilegal» por la Corte Suprema el jueves.
El partido Pakistan Tehreek-e-Insaaf (PTI) de Khan dijo que miles de «paquistaníes pacíficos» de todo el país se reunirán en Islamabad en solidaridad con su líder.
Khan, de 70 años, un héroe internacional del cricket convertido en político, comparecerá ante el Tribunal Superior de Islamabad a las 11 a. m. (2 p. m., hora de Singapur) para una audiencia sobre su petición de impugnación de la acción anticorrupción en su contra, por orden del tribunal superior.
Su arresto agravó la inestabilidad en el país de 220 millones de habitantes en un momento de grave crisis económica -con una inflación récord, un crecimiento anémico y una financiación del FMI retrasada- y escaló la lucha de Khan con el poderoso ejército.
Cerca de 2.000 personas han sido arrestadas hasta el momento y al menos ocho han muerto después de que los partidarios de Khan se enfrentaron con la policía, atacaron establecimientos militares e incendiaron otros edificios y activos estatales, lo que llevó al gobierno a llamar al ejército para ayudar a restablecer el orden.
El ejército advirtió a los partidarios de Khan que responderá con firmeza si hay más ataques contra sus activos, diciendo en un comunicado el miércoles que la violencia en sus instalaciones fue «planificada previamente» y ordenada por los líderes de su partido.
Khan, a quien los opositores dicen que llegó al poder a través de unas elecciones amañadas en 2018 por parte de los generales, ha culpado a los militares por su destitución de su cargo en abril de 2022 en una moción de censura parlamentaria.
El ejército, que sigue siendo la institución más poderosa de Pakistán, después de haberlo gobernado directamente durante casi la mitad de sus 75 años de historia a través de tres golpes, ha negado las acusaciones de Khan.