Cuando Elon Musk se propuso por primera vez adquirir la plataforma de redes sociales anteriormente conocida como Twitter, parecía un movimiento audaz por parte del multimillonario tecnológico. La compra de Musk, por la asombrosa cifra de 44.000 millones de dólares (41.800 millones de euros), fue noticia en todo el mundo, provocando debates sobre cómo el hombre más rico del mundo podría cambiar la forma en que interactuamos en línea.
Sin embargo, los informes ahora sugieren que X, como se llama ahora la plataforma, ha perdido más del 70 por ciento de su valor desde la adquisición, una disminución que ha dejado a muchos inversores incómodos y a los usuarios cuestionando su futuro.
La ambiciosa adquisición de Twitter por parte de Elon Musk
La adquisición de Twitter por parte de Musk a finales de 2022 fue nada menos que dramática. Después de meses de negociaciones de ida y vuelta, demandas y comentarios públicos que mantuvieron a la plataforma en el centro de atención, finalmente selló el trato. Su visión para Twitter –o X, como fue rebautizado– era transformarlo en una “aplicación para todo” donde los usuarios no sólo pudieran publicar actualizaciones sino también manejar transacciones financieras, comprar y más. Poco después de la adquisición, Musk tuiteó: «El pájaro está liberado», en referencia al antiguo logotipo de la empresa.
La dramática caída del valor de X
Según se informa, la salud financiera de X se ha visto afectada significativamente desde la adquisición de Musk. Según un informe de Fortune, la plataforma ha visto caer drásticamente su valor, y las estimaciones sugieren que ha perdido entre el 70 y el 75 por ciento de su valor. Fidelity Investments, que había invertido en la empresa, rebajó su valor de inversión, lo que generó preocupaciones sobre la viabilidad a largo plazo de la plataforma.
Aunque las cifras exactas aún no están claras, Tech.co destaca que el liderazgo y las decisiones de Musk han sido factores clave en este declive. La introducción de la verificación paga (ahora conocida como X Blue), los despidos masivos y los reducidos ingresos publicitarios de la plataforma han influido. En particular, Euronews afirmó que la plataforma ha visto caer su valoración de 44.000 millones de dólares (41.800 millones de euros) a alrededor de 15.000 millones de dólares (14.250 millones de euros).
Desde la adquisición de Musk, se han implementado varios cambios, algunos de los cuales han sido recibidos con entusiasmo, mientras que otros han dejado a los usuarios perplejos. Uno de los cambios más comentados ha sido el cambio de nombre de Twitter a X. Musk también ha introducido nuevas características, como suscripciones pagas para cuentas verificadas, que generaron debates sobre la accesibilidad e inclusión de la plataforma.
Además, Musk tomó la controvertida decisión de reducir la fuerza laboral en casi un 50 por ciento, reduciendo drásticamente los costos.
Los ingresos por publicidad, que alguna vez sirvieron como columna vertebral financiera de Twitter, también experimentaron una fuerte caída. Esta disminución, en parte debido a las preocupaciones de los anunciantes sobre la moderación del contenido y la seguridad de la marca, no ha hecho más que agravar los problemas financieros de la plataforma. En un intento por hacer que X sea más rentable, Musk introdujo varias fuentes de ingresos, incluido el reparto de ingresos publicitarios para los principales creadores, pero el éxito de estas iniciativas aún está por verse.
La plataforma, que alguna vez fue un recurso para noticias de última hora, debates animados y mantenerse conectado con sus seres queridos en casa, ahora se siente como si estuviera en un estado de inestabilidad.
Sólo el tiempo dirá si la visión de Elon Musk de una “aplicación para todo” se hará realidad o si las luchas actuales de X marcarán el comienzo de su declive. De cualquier manera, la historia de la adquisición de X por parte de Musk sirve como recordatorio de que incluso las empresas tecnológicas más audaces no están exentas de riesgos.