La Asociación de Arqueólogos Griegos (SEA) publicó una carta abierta el lunes, pidiendo a la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, que “intervenga con fuerza” para proteger Hagia Sophia en Estambul, Turquía.
Hagia Sophia, uno de los sitios religiosos y culturales más importantes del mundo, se convirtió en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Originalmente construida como una iglesia, el gobierno turco convirtió la estructura en una mezquita en 2020 en una decisión muy controvertida. En los años transcurridos desde entonces, la catedral de la era bizantina ha visto un aumento de los daños y el vandalismo, según SEA.
En la carta, SEA pidió a la UNESCO, bajo cuya protección se encuentra el sitio, que “intervenga con fuerza para revertir la situación actual, que solo plantea riesgos para Hagia Sophia”. SEA describió la gestión actual del sitio como “destructiva”.
Construida por el emperador romano oriental Justiniano I entre 532 y 537, Hagia Sophia sirvió como la catedral cristiana más grande del mundo hasta 1453. En ese momento, el Imperio Otomano se apoderó de Constantinopla y Hagia Sophia se convirtió en una mezquita. Luego fue convertido en museo por el líder turco Mustafa Kemal Ataturk en 1935.
La carta abierta se produce inmediatamente después de los daños recientes a los pisos de mármol de Hagia Sophia que se produjeron durante un percance de limpieza, junto con el vandalismo en los últimos dos años contra obras de arte y arquitectura conocidas dentro del edificio, como la Puerta Imperial y el mosaico Theotokos.
En la carta, SEA escribió: “La falta de control de visitantes y la ausencia de personal de seguridad dan testimonio de la indiferencia a la protección del monumento y dejan la protección del monumento único a la voluntad de cada visitante o peregrino”.
Desde que se reanudaron los servicios litúrgicos regulares, la integridad y preservación del sitio ha estado en duda, según SEA. La organización planea dirigirse a la comunidad científica internacional, buscando tanto resoluciones como peticiones firmadas para la preservación de la estructura.
“Con razón, ha habido preocupación dentro de Turquía y a nivel mundial sobre la vida futura de la única Hagia Sophia”, se lee en la carta.
Además, la carta planteaba preocupaciones sobre la conversión del Monasterio de Chora en Estambul en una mezquita.